Hay música cristiana más allá de Hakuna (y es buena)

hakuna Music Group ha copado todas las listas de éxito de la música cristiana, consiguiendo algo que parecía imposible: que miles de adolescentes y jóvenes coreen sus canciones y vayan a sus conciertos sin mostrar ningún tipo de complejo. Su fenómeno ha servido para que otros cantantes o grupos sigan su estela (o cobren un nuevo impulso, si existían con anterioridad). Desde las páginas de El Debate ya hemos hablado de artistas como La Voz del Desierto, Trigo 13, Estenez, Luis Meseguer, Luispo, Tuyo y otros muchos. Pero hay más. Y son buenos. Estos son algunos de ellos. Jesús Cabello,

Juanlu de Castro

Unos días antes de asistir a un Seminario de Vida en el Espíritu, brotaron en este joven sevillano «palabras que confeccionarían el 80% de una nueva canción», que llamó «Cantaré». «Fui a grabarla al estudio, pero al volver del Seminario llamé al productor para añadir otra nueva parte», ha explicado al semanario del arzobispado de Sevilla. «No acostumbro a escribir una canción en dos días, pero esta vez el Señor quería decirme algo más y ¿quién soy yo para taparme los oídos ante semejante mensaje?», observa. «Escribo cuando tengo algo que contar; si no tengo nada que contar, prefiero callar. No me gusta forzar. Al parecer tenía mucho que decir y lo plasmé en ese ‘Cantaré’», explica.

Juan Luis de Castro o Juanlu, como le llaman sus amigos, es un joven estudiante de Magisterio involucrado con las Juventudes Marianas Vicencianas (JMV) y con distintas hermandades de Dos Hermanas. Aparte, evangeliza con su música en redes sociales.

La inspiración para su última canción «proviene de un amor profundo y de la confianza en quien maneja mi vida». «Mi propósito es transmitir un mensaje claro: Dios te ama», concluye.

Aaira

«Aaira es un ambicioso proyecto a través del cual pretendemos revolucionar la música cristiana». Esta es la contundente declaración de principios de la banda formada por Juan, Carlos, Rocío y Luis, con varios años a sus espaldas tocando en escenarios de toda España. Aunque sus pasos iban encaminados hacia el rock puro y duro, el contacto con la música cristiana y asistir a unos retiros cambió el rumbo de varios de sus componentes.

Los títulos de sus canciones no dejan lugar a dudas: «Sobrenatural», «Si tú supieras», «Me levantas del suelo»...

Jesús Cabello

«Una grave enfermedad cuando era niño despertó en mí un deseo insaciable de buscar el sentido de la vida. Pronto me encontraría con Dios…», explica Jesús Cabello en sus redes. «Había sufrido leucemia», desvela. «Ciertamente, Dios fue encendiendo luces en todo este camino hasta hoy. Mi único hermano saltó un día con que quería ser cura y eso nos dejó con gesto de un asombro del que todavía nos queda la mueca. No es que antes no tuviéramos una vida de fe, pero aquello personalmente me desbocó la curiosidad», reconoce.

«A los diecisiete años tuve mi primer encuentro con Jesús en unos ejercicios espirituales y no pude parar de contar a unos y otros esa experiencia. Paralelamente llegaron la música, las canciones, los viajes cortos y los viajes largos; la certeza de que si no cantara y contara lo que Dios ha hecho en mi vida lo hablarían las piedras», subraya.

Juan Baena

Juan Baena es el párroco de la Cala de Mijas (Málaga). En el seminario se dio cuenta de la fuerza de la música para evangelizar, y fue desarrollando su apostolado por ese camino. Unos años después llegaron sus discos «Tanto bien recibido» y «Tu luz en mi noche».

Con la treintena recientemente cumplida, Baena estudió en los salesianos, donde también desarrolló su talento como dibujante. «Por mucho que tú te esfuerces para escribir una canción, hay algo de inspiración o gratuidad que tú no controlas», explica sobre la forma que tiene de componer.