Monseñor Eguren, uno de los expulsados, con dos miembros de Sodalicio
El Papa descabeza a la antigua cúpula de Sodalicio
El Vaticano expulsa del grupo a diez miembros y les lanza una dura acusación de «abuso físico, incluso con sadismo y violencia; de conciencia, con métodos sectarios, y espiritual»
La Santa Sede ha decretado «la expulsión de la sociedad de vida apostólica Sodalitium Christianae Vitae» a diez de sus miembros más relevantes. En un durísimo comunicado emitido este miércoles por la Nunciatura Apostólica en Perú (país de donde es originario el Sodalicio), la organización religiosa es acusada de cinco graves cargos:
- Abuso físico, incluso con sadismo y violencia;
- Abuso de conciencia, con métodos sectarios para quebrar la voluntad de los subordinados;
- Abuso espiritual, con instrumentalización en el fuero externo de la información obtenida en el fuero interno no sacramental o dirección espiritual;
- Abuso del cargo y de autoridad, con episodios de hackeo de las comunicaciones y acoso en el lugar de trabajo así como encubrimiento de los delitos cometidos en el seno de esta institución;
- Abuso en la administración de los bienes eclesiásticos;
- Abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo.
Los acusados de llevar a cabo estas prácticas son el ex superior general, Eduardo Antonio Regal Villa; el arzobispo emérito de Piura, monseñor José Antonio Eguren Anselmi; los ex superiores regionales Rafael Alberto Ismodes Cascón, y Erwin Augusto Scheuch Pool; los ex formadores Humberto Carlos Del Castillo Drago, Óscar Adolfo Tokumura Tokomura y Daniel Alfonso Cardó Soria; los ex miembros incorporados Ricardo Adolfo Trennemann Young y Miguel Arturo Salazar Steiger y, por último, el periodista Alejandro Bermúdez Rosell, fundador de uno de los portales de información religiosa más importantes del mundo, Aciprensa.
Según el comunicado, «se ha considerado el escándalo producido por el número y la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas, particularmente contrarios a la vivencia equilibrada y liberadora de los consejos evangélicos en el contexto del apostolado eclesial».
En Denver no están de acuerdo
La archidiócesis de Denver (EE.UU.), donde también está implantado el Sodalicio, ha emitido otro comunicado para mostrar que «está conmocionada y entristecida por las noticias de expulsiones de miembros del Sodalicio de Vida Cristiana», aunque esgrime que «esta noticia es inconsistente con nuestra larga experiencia de los hombres que han servido dentro de la arquidiócesis de Denver». Según la nota de la sede estadounidense, «entre los nombrados que viven aquí, el padre Daniel Cardó ha servido noble y fielmente en Colorado durante 17 años». «Durante su tiempo aquí, el padre Cardó no ha enfrentado una sola acción disciplinaria en su contra», asegura el comunicado. «Es querido por sus feligreses y muy respetado en la comunidad. La comunidad parroquial del Santo Nombre de Sheridan, antes moribunda, prospera ahora gracias a su compromiso con el Señor y con aquellos a quienes sirve», respalda. «Del mismo modo, Eduardo Regal y Alejandro Bermúdez han servido fielmente y con distinción en la archidiócesis de Denver y las conclusiones en su contra son profundamente decepcionantes, por no decir otra cosa», lamenta.
