Cultura de la vida
El obispo de Getafe bautiza a 17 niños rescatados del aborto
Sus madres siguieron adelante con los embarazos gracias a la ayuda que les presta la diócesis y la asociación Más Futuro
El obispo de Getafe (Madrid), monseñor Ginés García Beltrán, bautizará este sábado en la parroquia de San José María Escrivá, en Alcorcón, a 17 de los 21 niños rescatados del aborto por la asociación Más Futuro y los Rescatadores Juan Pablo II a las puertas de varios centros abortistas.
Marta Velarde, presidenta de Más Futuro ha explicado que «cada año se bautizan más niños, aunque las dificultades también crecen, ya que este año a cuatro de las madres no les han dado permiso en el trabajo para poder asistir a la celebración». «Ha sido muy complicado, porque cada madre tiene una problemática distinta, pero salvar bebés del aborto nos hace profundamente felices. A pesar del momento especialmente complicado, estamos rescatando muchos niños», subraya Velarde.
Después de un tiempo de preparación tras el que los padres comprenden el verdadero significado del sacramento, llega el momento de dar este paso a la vida de fe de estos pequeños, casi todos menores de dos años.
«Hay casos increíbles, como el de una mujer que es de otra religión, pero ha estado viniendo a la asociación estos años y ahora va a bautizar a sus dos niñas. Ella también se está preparando, formándose para bautizarse», agrega.
La decisión valiente de Karen
Karen, de 29 años, se quedó embarazada hace tres años y su pareja y ella decidieron abortar porque él no quería hijos. Acudieron a la clínica Dator a pedir información. «Estaba desesperada sin el apoyo de nadie para tener a mi hija. No sabía qué hacer», recuerda.
«Al salir de la clínica me encontré con tres personas, rescatadores de madres embarazadas que no tienen el apoyo de nadie, que se me acercaron y me dijeron que el aborto no era la solución y que si no tenía el apoyo de nadie, ellos me iban a ayudar a través de la asociación Más Futuro», relata Karen.
Esta joven madre les contó su historia y les dejó su número de teléfono. A los pocos días, la asociación se puso en contacto con ella, la invitaron a visitarles y desde ese momento no dejaron de ayudarla.
«Doy gracias a Dios –dice contenta– por haber puesto en mi camino a esas personas maravillosas que me han ayudado, ya que mi vida dio un giro para bien. Decidí seguir con mi embarazo y tener a mi pequeña, que hoy tiene ya dos años y es mi mayor alegría, mi ilusión, mi vida y la razón por la que sigo adelante. El sábado voy a bautizarla y me siento muy emocionada de poder dar este gran paso junto a mi hija».
Karen tiene claro que la solución no es el aborto: «El consejo que les doy a las madres que quieren abortar y no tienen apoyo de su pareja o de algún familiar es que no lo hagan; un hijo es una bendición que Dios le manda a uno. Por muy difícil que se ponga la vida, hay que afrontar la situación y seguir adelante. Buscar ayuda y no la solución de abortar».