El Papa, con un hematoma en el mentón tras golpearse con su mesilla de noche
El Pontífice, de 87 años, apareció este sábado con un vistoso moretón en el lado derecho de su rostro
El Papa Francisco sufrió «una contusión» que le provocó el hematoma en el rostro con el que apareció en los diferentes actos y ceremonias que tenía previstos este sábado, según informó el Vaticano. El hematoma del pontífice es «consecuencia de una contusión» sufrida el vienes por la mañana, cuando «se golpeó la barbilla con la mesilla de noche», indicó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El Pontífice celebró este sábado en la basílica de San Pedro su décimo consistorio, en el que nombró a 21 nuevos cardenales renovando el colegio cardenalicio que estará formado a partir de ahora por 141 electores en caso de cónclave y ha pasado de tener 88 países representados a 93.
Durante su homilía, el Papa ha pedido a los nuevos cardenales caminar «juntos» con «humildad, con asombro y con alegría». Asimismo les recordó que, al igual que les sucedió a los discípulos de Jesús, puede que «nuestro corazón se pierda, dejándose deslumbrar por el encanto del prestigio, por la seducción del poder o por un entusiasmo demasiado humano por nuestro Señor».
Así, instó a los nuevos cardenales adentrarse en un particular examen de conciencia. «¿Hacia dónde va mi corazón? ¿En qué dirección se mueve? ¿Quizás voy por el camino equivocado?», se ha preguntado. «Volver al corazón para retomar el camino de Jesús, esto es lo que necesitamos», subrayó.
La ceremonia del Consistorio comenzó la tarde del sábado en el majestuoso marco de la Basílica de San Pedro en Roma, el mismo día de la reapertura de Notre Dame de París, a la cual el Santo Padre decidió no asistir, pero envió un mensaje en el que dedicó palabras de gratitud a todos aquellos que participaron en la restauración del templo. Desde los bomberos que salvaron el monumento en el momento crítico, hasta los artesanos y obreros que trabajaron en su reconstrucción, el Papa subrayó cómo muchos de ellos vivieron esta tarea «como una auténtica experiencia espiritual». Según Francisco, la reconstrucción de Notre-Dame pone de manifiesto el «valor sagrado y simbólico» que el edificio sigue teniendo para creyentes y no creyentes por igual.