
Una celebración de la orden de Malta hace unos días en el convento de San Juan de Acre
Con nueve siglos de antigüedad
Solo quedan dos conventos de la Orden de Malta en el mundo (y uno está en España)
Aunque está presente en 120 países, solamente se mantienen dos cenobios de vida contemplativa sanjuanista
Su nombre es de sobra conocido y evoca épocas pretéritas de cruzados, caballeros cristianos y asistencia a peregrinos. Por eso, quizás sorprenda saber que la Orden de Malta solo cuenta en la actualidad con dos conventos en todo el mundo. Uno de ellos, como no podía ser de otro modo, se encuentra en la isla de Malta, mientras que el otro –que recibe el nombre de monasterio de San Juan de Acre– está ubicado en Salinas de Añana, en la provincia de Vitoria. En ellos, las Comendadoras de Malta –o monjas de la Orden de San Juan de Jerusalén, o religiosas Sanjuanistas o, simplemente, de la Orden de Malta– entregan su vida para «glorificar a Dios con la santificación propia por medio de la observancia del Santo Evangelio, de los votos, de la Regla y Constituciones y practicar la hospitalidad en la forma posible con la clausura papal que observan las religiosas Sanjuanistas». «Siguiendo el espíritu monástico militar de la Orden, rogarán para que el Gran Maestre y todos los miembros Caballeros de esta Sagrada Orden siempre defiendan la Causa de Cristo», recogen.

Una monja de la Orden de Malta de principios del siglo XX, ataviada con su aparatoso hábito
Tradicionalmente, se ha considerado a Sancha de Castilla, esposa del rey de Aragón Alfonso II, como la fundadora de la rama femenina de la Orden de San Juan de Jerusalén. Doña Sancha, una vez enviudada, hizo su profesión religiosa en el monasterio de Sijena (Husca) de la Orden de San Juan y otorgo a ese monasterio una regla especifica que hizo de las Comendadoras de San Juan el alma contemplativa de la Orden de Malta. La fundación de Sijena posteriormente inspiró la creación de otras comunidades de monjas sanjuanitas en el resto del mundo.
700 miembros en España
Pero eso fue en torno al siglo XII. Ahora, poco queda de ese antiguo esplendor monástico. Sigue habiendo, sin embargo, vida. Hace unos días, el convento de San Juan de Acre ubicado en Salinas de Añana acogió una celebración con motivo de la fiesta litúrgica de la Dedicación de la Iglesia Mayor de la Orden de San Juan Bautista de Malta. Durante la jornada, las hermanas comendadoras de esta localidad alavesa organizaron una misa, un responso ante el cementerio de las monjas y un pequeño picoteo para festejar este día importante para la Orden de Malta, presente en todo el mundo en su rama seglar. De hecho, desarrollan su encomiable labor social en 120 países, y en España cuentan con unos 700 miembros que atienden hospitales, comedores sociales y residencias de ancianos, entre otros servicios.

La priora de San Juan de Acre en un vídeo
Almuerzan, tienen un breve período de descanso y rezan Nona y el Santo Rosario.
La tarde la dedican al ensayo de canto, y a Vísperas, a las 18:15 horas. Para ellas, el momento más importante del día ocurre entones: la celebración de la Santa Misa, a las 19:00 horas.

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La cena es a las 20:30 horas. Tras recoger y limpiar, se sale a recreo hasta la hora de culminar el día con el rezo de Completas, a las 22:00 horas. En ese momento empieza el Silencio Mayor, y las hermanas se retiran a descansar hasta el día siguiente.
Las hermanas de San Juan de Acre cuentan con una hospedería que acoge tandas de ejercicios espirituales, reuniones de grupos parroquiales y peregrinaciones.