«¿Por qué, Señor, has removido cielo y tierra para darme esta perla preciosa que es mi Fabiola?», escribió en sus apuntes espirituales.
La Reina Fabiola tuvo cinco abortos involuntarios y la pareja real falleció sin descendencia, pero no impidió que Balduino tuviera predilección por los niños.
«El mundo necesita amor y alegría. Vosotros podéis dárselo. Es fácil decirlo pero es difícil hacerlo. hay que ejercitarse y volver a empezar todos los días. Intentadlo, perseverad en este esfuerzo de amar con las obras. No os desaniméis nunca. Si lo hacéis así, veréis cambiar hasta las caras de las personas que están a vuestro alrededor y, por la noche, sentiréis una gran alegría en vuestro corazón. Sed constructores de amor».