¿Cómo aprenden los niños a rezar en silencio?
Los niños pequeños tienen una capacidad mayor de asombro ante el Misterio y pueden aprender a una edad temprana cómo hablar con Dios
Las oraciones como el Padrenuestro y el Ave María son importantes y sencillas de aprender. Y la oración en silencio, en la que se habla con Dios con las propias palabras, también es muy importante y necesaria, aunque más difícil de enseñar.
Preparar el corazón
Los niños son curiosos y se asombran fácilmente. Por eso es bueno ayudarles a observar la naturaleza, el cielo, el atardecer, el misterio de la noche y el misterio de las criaturas. Las preguntas nacerán por sí solas.
Fijar un momento y un lugar
El momento que la familia reza antes salir a las labores cotidianas o de ir a la cama, también es muy adecuado y en él se puede usar un icono de Jesús, o alguna imagen sencilla y evangélica.
Guiar la breve meditación
Podemos hacer juntos la señal de la cruz y enseñarles a cerrar los ojos para pensar en Dios de un modo más concentrado, ya que él está dentro del alma y en todas partes, y se le puede decir: «Hola Jesús», o «Jesús, te quiero».
Perseverancia
En la medida de lo posible es bueno mantener el gesto cotidiano de juntarse a orar de una manera sencilla, aunque no parezcan entender, cuidando que las meditaciones sean cortas.
El contenido de estas meditaciones también puede ser el evangelio, contado en este caso como lo que es, un relato sencillo de un hecho real, que puede imaginarse.
Esta Navidad pueden pensar en un bebé recién nacido, en una gruta o un establo, y rodeado de animales y gente curiosa y asombrada, que se acerca a ver quién es y cómo ha podido nacer en ese entorno, en esa Belén de Judea de hace 2.000 años.