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La Doctrina Social de la Iglesia se basa en el Evangelio y la tradición cristiana

La Doctrina Social de la Iglesia se basa en el Evangelio y la tradición cristianaPexels

¿Por qué las empresas deberían seguir la doctrina social de la iglesia?

Hay varios motivos por los que las empresas deberían adoptar esta visión, tanto desde el punto de vista ético como desde el punto de vista estratégico

La Doctrina Social de la Iglesia es el conjunto de principios y orientaciones que la Iglesia católica ofrece para iluminar la acción social de los cristianos y de toda la humanidad. Se basa en el Evangelio y en la tradición cristiana, y busca promover el bien común, la dignidad humana, la justicia y la paz. La doctrina social de la iglesia no es solo una teoría, sino una práctica que se debe aplicar a todos los ámbitos de la vida, incluyendo el económico y el empresarial.

¿Qué beneficios tiene seguir la Doctrina Social de la Iglesia en las empresas? Hay varios motivos por los que las empresas deberían adoptar esta visión, tanto desde el punto de vista ético como desde el punto de vista estratégico. Algunos de ellos son:

  • Respetar la dignidad de las personas: la doctrina social de la iglesia reconoce que toda persona es un ser creado a imagen y semejanza de Dios, y que tiene una vocación trascendente. Por eso, las empresas deben respetar los derechos humanos y laborales de sus trabajadores, clientes, proveedores y socios, y ofrecerles condiciones dignas y justas. Así se fomenta un clima de confianza, colaboración y lealtad, que beneficia tanto a las personas como a las organizaciones.

  • Contribuir al bien común: la doctrina social de la iglesia afirma que el fin último de la actividad económica no es el lucro, sino el servicio al bien común, que es el conjunto de condiciones que permiten a las personas y a los grupos desarrollar plenamente sus potencialidades. Por eso, las empresas deben buscar no solo su propio beneficio, sino también el de la sociedad y del medio ambiente, y evitar cualquier forma de explotación, corrupción o daño ecológico. Así se genera un valor compartido, que favorece el desarrollo integral y sostenible.

  • Inspirarse en los valores cristianos: la doctrina social de la iglesia propone una serie de valores que orientan la acción social de los cristianos, como el amor, la solidaridad, la subsidiariedad, la participación, la fraternidad o la caridad. Estos valores pueden inspirar también a las empresas para crear una cultura organizativa basada en el respeto, el cuidado, la cooperación, la innovación o la responsabilidad social. Así se crea una identidad corporativa diferenciada y atractiva, que refleja los principios y fines de la empresa.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo aplicar la doctrina social de la iglesia a las empresas puede suponer una ventaja competitiva y una oportunidad para mejorar el mundo. Hay muchas experiencias exitosas de empresas que han seguido esta línea, como Economía de Comunión, Empresas con Valores o Emprendedores Católicos, porque las empresas no son solo entidades económicas, sino también agentes sociales y morales.

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