Entrevista con el cantante hispano cubano
Yotuel: «Dios es un defensor de las causas justas. Y luchar por la libertad de Cuba es lo justo»
Habla con la misma rotundidad de su fe en Dios, del amor que siente por su esposa Beatriz Luengo y de su compromiso cívico por la libertad de Cuba. Porque el cantante hispano cubano Yotuel no es sólo el gran impulsor del lema «Patria y Vida» sino, sobre todo, un decidido defensor «de las cosas buenas de la vida»
Tras el éxito de la canción Patria y Vida, ganadora de un Grammy latino, ha llegado el documental dirigido por Beatriz Luengo y protagonizado por su marido, el cantante hispano cubano Yotuel. Sin embargo, el motor de este lema musical, convertido en el nuevo ariete del pueblo cubano contra la tiranía castrista, es mucho más profundo y descansa en la sincera fe en Dios y en el abigarrado amor a la familia de sus impulsores. Algo que deja a las claras el propio Yotuel en esta entrevista con El Debate.
–Paria y Vida comenzó siendo una canción, después una película y ha terminado por ser toda una revolución social en Cuba. Ahora que lo habéis convertido en un documental, ¿qué está ocurriendo en las salas cuando se proyecta?
–Que se está creando una hermandad. Este dolor del pueblo cubano, que es compartido, se apodera de la sala. Y todos los que van a verla, sacan la represión y el dolor de tantos años. Viendo el dolor, hablando del dolor, sintiendo el dolor y exigiendo el fin del dolor, se genera un ambiente muy, muy, muy familiar: la gente se abraza, llora, exige, habla, se estremece… Por eso quisimos lanzar la películas a los cines, no sólo estar en las plataformas, porque sabíamos que se podía generar una corriente social, y que el pueblo de Cuba pudiera ver, a través de las redes sociales, que hay empatía con su sufrimiento y que todo el mundo aplaude la valentía y la resistencia de los cubanos.
–Todos los artistas que habéis intervenido en la canción, y en concreto Beatriz y tú, tenéis carreras exitosas fuera de Cuba. ¿Por qué has querido, sin embargo, comprometerte con una causa como Patria y Vida, que puede generarte grandes problemas?
–Porque las causas justas hay que lucharlas. ¿Qué sería de este mundo si tuviéramos miedo a luchar por las causas justas? Los artistas somos portavoces del sentir del pueblo y tenemos que luchar contra la injusticia. Nosotros sabemos que el arte juega un papel fundamental en la historia de los pueblos, por eso los dictadores quieren siempre controlar a los cantantes, a los escritores, los medios... El pueblo de Cuba es un pueblo muy sufrido, y no sólo yo, numerosos artistas han apoyado su libertad: Celia Cruz, Chirino, Los Aldeanos… Hoy además hay muchos youtubers, blogueros, periodistas... que han aprendido que el pueblo de Cuba ha perdido el miedo, desde que salió a las calles el 11 de julio, con ese eslogan de Patria y Vida. Si publicas allí estos mensajes te meten preso, pero cada vez más gente lo lee en blogs, en redes sociales… Y eso cambió mucho la percepción de todos los cubanos de afuera y empoderó a mucha gente, que saben que la noticia de la libertad de Cuba será la noticia del siglo.
–Uno de los aspectos que el régimen intenta controlar, aunque sin el éxito que desearía, es la libertad dentro de las propias familias. ¿Qué importancia tiene la familia para mantener la esperanza por la libertad en Cuba?
–Una de las causas por las que nosotros estamos luchando en Cuba es para que no haya más familias rotas. Cuba desde el 59 es un país donde cada familia está rota por el éxodo, por la fuga, por el escape. Porque se fue papá, porque no está mamá, porque el papá murió en el mar, porque el hijo cayó preso robando comida... En Cuba no hay una familia que esté en pie, en la que en casa vivan el padre, el hijo, la mamá… Eso no existe: o el hijo está en Alemania, o la hermana está en Holanda, o el padre está muerto… Por eso, una de los motivos por los que hay ganas de libertad es poder reunir a las familias de nuevo. Para que no haya que irse de Cuba para ser prósperos, estar en familia, trabajando duro todos juntos.
–Hay algo que cruza toda la película: el amor. ¿Por qué?
–El leitmotiv de Patria y Vida es el amor: el amor a la familia, el amor a los hijos, el amor a la infancia, el amor a la libertad, el amor a Dios, el amor al país. Queremos una nación construida sobre el amor. Queremos tener patria, y vida en tu patria. No tener patria o muerte, porque eso conlleva a un país fracturado, roto, herido y humillado. Nos han traído la muerte física, psíquica, mental, espiritual y emocional, porque hay diferentes formas de lograr que en ti muera algo. Los cubanos necesitamos un país que recobre su fe y su sentido de pertenencia.
–Hablas de recuperar la fe. En tu caso, eres una persona creyente e incluso diste gracias a Dios al ganar el Grammy latino. ¿Cómo es tu relación con Dios?
–Yo hablo con Él todos los días. Para mí Él está presente en todos lados. Si quieres hablar con Dios, solamente necesitas hablarte hacia adentro. Él está ahí. Es la fe la que me motiva y me empuja. Porque Él protege las causas justas. Dios es un defensor de las causas justas. Y esto, luchar por la libertad de Cuba, es lo justo.
–Muchas personas han sido, y son perseguidas en Cuba, por sus ideas políticas pero también por sus creencias religiosas. ¿En qué medida la Iglesia cubana ayuda a mantener la libertad en Cuba?
–Siempre fue una táctica de la dictadura matar la fe. Y no sólo matar la fe, sino cambiar la fe, cambiar la persona a la cual teníamos que ser devotos. Mi abuela me decía que lo primero que hizo Fidel cuando entró al poder, fue quitar todos los cuadros del Sagrado Corazón de Jesús y poner su propia foto. Como para decir: «Ahora yo soy su Omnipotente, yo soy su dios». Ahí ves el nivel de egocentrismo que tenía Fidel Castro. Y eso hizo mella: cerraron Iglesias, se prohibió y se persiguió la fe… Pero los cubanos guardaron esa fe y empezaron a cultivarla. Hoy, aunque la gente piense que no, el cubano va con mucha fe; con una fe dañada, como santo Tomás y aquello de «ver para creer» pero mantiene la fe. Porque la fe es, precisamente, no ver nada y saber que Él está. Es tu escudo. Y cuando vives en un país como Cuba, mantener la fe te ayuda a hacer lo imposible. Pero yo también creo que la fe hay que ayudarla.
–¿En qué sentido?
–Yo creo que la fe también hay que empujarla, con lo que hacemos. Nuestro párroco de Miami, cuando puso el cartel de Patria y Vida en mi parroquia, me dijo: «Dios es patria y vida», porque al final es Él quien te da la vida. Así que decir «patria y vida», es decir «patria y Dios». Y la verdad es que creo que también por eso la canción llegó con ese poder inquebrantable y con esa magnitud. A veces, al ver lo que ha pasado, lo que se ha creado y lo que ha logrado en el pueblo, creo nosotros sólo fuimos como antenas, pero que el mensaje vino de Otro, con su fuerza. Y lo que creará, y lo que hará esa fuerza suya en una Cuba libre, va a ser increíble. Pero nosotros tenemos que ayudar a esa fe y luchar por la vida. La muerte la tenemos garantizada. Se trata de llenar el país de vida, de sueños, de esperanza.
–Decías que en Cuba hay muchas familias rotas. Pero tú llevas 20 años casado junto a Beatriz Luengo y tenéis 2 hijos. ¿Cómo de importante es ella en tu vida?
–¡Beatriz es mi vida, es luz para mí! Nos queremos tanto y nos conocemos tanto… que Dios me hizo entender más que existía cuando me presentó Beatriz. El hecho de formar una familia y, sobre todo, que nuestros hijos entiendan que en la unión está la fuerza, que la familia puede mover montañas, y que el amor puede cambiar la historia es el legado que nosotros queremos dar a nuestros hijos el día de mañana. Porque el amor lo puede todo. Es una fuerza superior. Y cuando encuentras, no tu media naranja, sino a esa otra naranja entera que está en el saco para estar contigo, es algo increíble. A veces uno piensa que el destino, otro piensa que es el camino, pero yo creo que lo más importante en la vida es la compañía. El amor de pareja es una fuerza sólida para vencer batallas increíbles. Porque nos complementamos, nos ayudamos, nos aconsejamos y tenemos algo muy importante, que es admiración el uno al otro. Más que una relación, Beatriz y yo tenemos un equipo. Hemos pasado el umbral de lo superficial, de la pasión, ya cuando eres equipo, es el plus del amor.
–¿Y qué les contáis a vuestros hijos sobre la realidad de Cuba?
–Sobre todo, que la vida es la vida y que se cometen muchas injusticias. Y que la forma en que se han eliminado las injusticias el mundo, es cuando la gente ha tenido el valor de salir adelante y luchar. Que siempre habrá corderos van a estar detrás de lo que pase, sin levantar la voz, y que solamente los leones son los que van a intentar morder al que comete la justicia. Yo estoy criando pequeños leoncitos, para que siempre sepan que hay que hacer el bien. Porque, como dice mi madre, el día que sientas miedo por hacer el bien, comienzas a hacer el mal.