Ayuda a la Iglesia Necesitada envía más de 5 millones de euros a Ucrania desde el inicio de la guerra
«Las iglesias literalmente han abierto sus puertas a todos y reciben a miles de desplazados internos en todas las diócesis, pero esto también es un desafío financiero»
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha enviado más de 5 millones de euros a Ucrania desde el inicio de la invasión de Rusia, según ha explicado, para apoyar a la Iglesia católica en su «esfuerzo titánico» por permanecer al lado de su pueblo.
La fundación pontificia ha señalado que, además de las primeras ayudas de emergencia inmediata, en los últimos tres meses, de mayo a julio, se han destinado 2,5 millones de euros más con la aprobación de 34 nuevos proyectos.
«Las peores consecuencias de la guerra no serán inmediatas: las secuelas psicológicas, espirituales, físicas y humanitarias, se sentirán más tarde. Sólo Dios puede sanar las heridas más profundas, pero nosotros tratamos de cubrir las necesidades más inminentes y apoyar a la Iglesia local para que pueda permanecer en su puesto», ha asegurado el presidente ejecutivo de CAN Internacional, Thomas Heine-Geldern.
Nos encontramos con refugiados que sólo lloraban. Era importante simplemente abrazarlos
Heine-Geldern ha señalado que «gracias a la ayuda de los benefactores de Ayuda a la Iglesia Necesitada, sacerdotes y religiosas pueden paliar la escasez de alimentos, productos básicos de higiene y medicinas de los muchos desplazados internos; además de brindar apoyo psicológico y espiritual a quienes están traumatizados por la pérdida de familiares y hogar».
La encargada de proyecto de la fundación para Ucrania, Magda Kaczmarekha, ha indicado, además, que están «en contacto diario con muchas personas de todo el país» para «identificar los proyectos que la Iglesia local considera prioritarios y somos flexibles mes a mes en nuestra ayuda».
«El dolor es inmenso», ha señalado Kaczmarek, tras su reciente viaje a Ucrania. «Ha sido una experiencia muy emotiva. Nos encontramos con refugiados que sólo lloraban. Era importante simplemente abrazarlos. Pero también hemos visto refugiados que estaban completamente mudos. Recuerdo a un joven, de unos 30 años, que, según me contaron, no ha dicho una palabra desde el comienzo de la guerra», ha explicado.
A su juicio, «la gran preocupación y miedo de todos es la llegada del invierno». «Pero ahora tienen miedo de que a finales de agosto la escasez de alimentos y combustibles se agrave todavía más», ha declarado.
Financiación de proyectos
Desde la Fundación han destacado que en los cinco meses que han pasado desde el inicio de la guerra, se han destinado 3,2 millones de euros de ayuda de emergencia y subsistencia, de los que 1,3 millones se enviaron a las circunscripciones de la Iglesia en Ucrania y 800.000 para ayudar a los sacerdotes. Además, 650.000 euros fueron destinados a 14 proyectos para posibilitar a las diócesis y órdenes religiosas la acogida y el cuidado de desplazados internos en parroquias, conventos, seminarios.
Del mismo modo, 450.000 euros se invirtieron en ayudas de subsistencia en 17 proyectos, sobre todo para la manutención de religiosas y religiosos y para apoyar a las religiosas de edad muy avanzada o enfermas.
Ayuda a la Iglesia Necesitada también ha destacado el uso de 1,1 millones de euros para un total de 23 proyectos para construcciones, rehabilitación y adecuación de edificios; o 600.000 euros para la compra de vehículos; 100.000 para 21 pequeños proyectos pastorales.
«Las iglesias literalmente han abierto sus puertas a todos y reciben a miles de desplazados internos en todas las diócesis, pero esto también es un desafío financiero. La mayor carga para las instituciones eclesiásticas en Ucrania es actualmente los gastos corrientes como electricidad, agua, calefacción», ha señalado Kaczmarek, antes de añadir que así seguirá haciéndolo.