Fundado en 1910
'Inmaculada Concepción', de francisco de Zurbarán

'Inmaculada Concepción', de Francisco de Zurbarán

¿Cómo puede la Virgen María escuchar nuestras oraciones si no es Dios?

La mediación de la Virgen responde completamente al método de Dios, desde los profetas hasta los apóstoles de Cristo

Ante la pregunta que a menudo los cristianos protestantes se hacen a propósito de la mediación de la Virgen entre los hombres y Dios, el apologeta Dave Armstrong ha tratado de responder desde el punto de vista bíblico, en un artículo de National Catholic Register.

El método de Dios

Según Santiago 5:16 «la oración ferviente del justo tiene un gran poder», y la Virgen, en este sentido, es la mujer más justa, al ser elegida por Dios.

  • La Virgen María es la gran mediadora entre Dios y los hombres, es la mejor intercesora que puede tener cualquier persona.

El propio Dios usa el método de la mediación.

  • Dios le dijo a Abimelec que Abraham oraría por él, para que pudiera vivir (Génesis 20:6-7). Dios también le dijo a los «amigos» de Job que «mi siervo Job oraría por ellos, aunque no hablaron bien de mí, yo les perdonaré en consideración a él» (Job 42:8).

  • En San Pablo también aparece esta mediación como método, tal como lo hace Dios y como lo hace la Virgen María:
'Inmaculada Concepción', de Francisco Zurbarán

Inmaculada Concepción, de Francisco Zurbarán

–«Me he hecho todo para todos con el fin de salvar, por todos los medios, a algunos» (1 Corintios 9:22).

–«Obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen» (1 Timoteo 4:16).

Colaboración

La Biblia muestra esta colaboración humana en las obras de Dios:

  • «Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban» (Marcos 16:20).

  • «Ya que somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificación de Dios» (1 Corintios 3:9).

  • «He trabajado más duro que cualquiera de ellos, aunque no soy yo, sino la gracia de Dios que está conmigo» (1 Corintios 15:10)

  • «Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con él no será estéril su trabajo» (1 Corintios 15:58).

–«Hemos sido creados en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que Dios dispuso de antemano para que nos ocupáramos en ellas» (Efesios 2:10).

–«Trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece» (Filipenses 2:12-13).

'Inmaculada Concepción', de Francisco de Zurbarán

Inmaculada Concepción, de Francisco de Zurbarán

Como profeta y apóstol

Siendo así, no resulta extraño, a juicio de Dave Armstrong, creer que Dios eligió a María para interceder y distribuir gracias a todas las generaciones de hombres desde su elección como Madre de Dios.

  • María es una ayudante, la más importante, como Moisés, Juan el Bautista, Elías, Pablo, Pedro o Juan. En este sentido, Dios usa a una de sus criaturas, la más bella, para sus propósitos divinos.

  • Dios hace posible que María escuche millones de oraciones de intercesión y luego las presente a Dios en nuestro nombre.

En este sentido, Armstrong se pregunta por qué tendría que ser un problema esta mediación de María para el protestantismo si ellos, los protestantes, ponen precisamente el «énfasis extremo (y loable) en la soberanía y causalidad de Dios».

Si esto es así, que Dios es causa de todo y reina sobre todo, «¿podemos creer que Dios no puede habilitar a una persona, María, para escuchar las intercesiones?», se pregunta el apologeta.

Unidos a Dios

La Biblia muestra que no es ningún problema, si se comprende la unidad del creyente con Cristo, como testimonian san Pablo, la carta de Pedro y el evangelio de Juan:

  • «Un espíritu con Él» (1 Corintios 6:17); «transformados en imagen suya» (2 Corintios 3). :18); «llenos de la plenitud de Dios» (Efesios 3:19) y «de la plenitud de Cristo» (Efesios 4:13); «participan de la naturaleza divina» (2 Pedro 1:4).

  • Estamos «en» el Padre y el Hijo (Juan 17:21; 1 Juan 2:24), y «en» Jesús (Juan 6:56; 14:20; 15:4-7; 16:33; 2 Corintios 5:21; Filipenses 4:13; Colosenses 2:6-7, 10; 1 Juan 2:24, 28; 5:20). Dios está en nosotros (1 Juan 3:24; 4:13, 15) y nosotros estamos «en» Dios (Colosenses 3:3; 1 Juan 2:5, 24; 3:6, 24; 4:13, 15). Jesús está «en» nosotros (Juan 14:20).
comentarios
tracking