El camino de María Magdalena: una ruta de fe, cultura y naturaleza

El camino de María Magdalena es una ruta de peregrinación que recorre los lugares donde, según la tradición, vivió y predicó la santa después de la Resurrección de Jesús. Se trata de un itinerario que combina la fe, la cultura y la naturaleza, y que ofrece al viajero la oportunidad de conocer el patrimonio histórico, artístico y natural de las regiones francesas de Occitania y Provenza.

El camino parte de la localidad de Saintes-Maries-de-la-Mer, en la Camarga (Francia), donde se cree que desembarcó María Magdalena junto con otros discípulos de Jesús, como Lázaro, Marta y Maximino, huyendo de las persecuciones en Tierra Santa. Allí se puede visitar la iglesia fortificada que guarda las reliquias de santa Sara, la patrona de los gitanos.

María Magdalena fue una discípula de Jesús de Nazaret. Le siguió y le sirvió con sus bienes durante su ministerio en Galilea. Según los Evangelios, fue curada por Jesús de siete demonios, estuvo presente en su crucifixión y sepultura, y fue la primera testigo de su resurrección. Es considerada santa por varias iglesias cristianas y se celebra su fiesta el 22 de julio. Su nombre hace referencia a su lugar de origen, Magdala, una localidad junto al lago de Tiberíades.

Hay diversas tradiciones y leyendas sobre su vida después de la Resurrección. Algunas de las ellas la identifican con otras mujeres mencionadas en los evangelios, como María de Betania o la pecadora arrepentida. Algunos evangelios apócrifos, especialmente los de tendencia gnóstica, le dan un papel destacado como confidente y compañera de Jesús, lo que ha dado lugar a especulaciones sobre una posible relación matrimonial entre ellos. Sin embargo, los evangelios canónicos no apoyan esta idea, ni tampoco la Iglesia católica.

Desde allí, el camino sigue por el valle del Ródano hasta llegar a Saint-Maximin-la-Sainte-Baume, donde se encuentra la basílica gótica que alberga el sarcófago con los restos de María Magdalena. También se puede subir a la cueva de la Sainte-Baume, en el macizo del mismo nombre, donde se dice que la santa se retiró a hacer penitencia durante 30 años.

El camino continúa por el parque natural regional del Verdon, atravesando paisajes espectaculares como el cañón del Verdon, el lago de Sainte-Croix o las gargantas del Baudinard. El destino final es Vézelay, en la región de Borgoña, donde se encuentra la basílica románica dedicada a María Magdalena, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Allí se conserva una reliquia del cráneo de la santa, y fue uno de los puntos de partida del Camino de Santiago en Francia.

El camino de María Magdalena tiene una longitud total de unos 900 kilómetros, divididos en 38 etapas. Se puede recorrer a pie, en bicicleta o a caballo, siguiendo las señales con el símbolo de una concha con una cruz. A lo largo del recorrido hay numerosos alojamientos, servicios y lugares de interés para los peregrinos. También hay asociaciones y organismos que ofrecen información y asistencia para realizar el camino. María Magdalena es una figura fascinante y misteriosa de la historia del cristianismo, que ha inspirado numerosas obras de arte, literatura y cine. Su imagen representa la devoción, el arrepentimiento, el amor y el testimonio de la fe. Su camino es una propuesta diferente para vivir una experiencia espiritual y cultural, siguiendo las huellas de una de las mujeres más fascinantes y misteriosas de la historia del cristianismo.