La Virgen de Torreciudad (Huesca) data de hace mil años
El Vaticano aprueba que Torreciudad sea santuario diocesano
El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, ha informado de que el santuario de Torreciudad pasará a ser «un santuario diocesano cuando así sea procedente». Así lo afirmó en la celebración de la Inmaculada Concepción, cuando durante su homilía explicó que en el reciente viaje a Roma de todos los obispos españoles que tenía como objeto la cuestión de los seminarios se había confirmado esta decisión.
El obispo ha calificado este paso como «un regalo» y según ha contado en Roma tuvo la oportunidad de «ratificar que este obispo y esta diócesis siempre han procedido conforme a derecho».
El anterior rector del santuario, Ángel Lasheras, tomó la palabra al final de la celebración y expresó su satisfacción por la noticia. Al tiempo, solicitó un aplauso para el obispo pro haber sido artífice de los hechos que según ha añadido, «deseamos con todas las fuerzas de nuestra alma».
El pasado mes de julio, Pérez Pueyo eligió para el santuario un nuevo rector que, por primera vez, no es sacerdote de la prelatura, sino diocesano. Entonces, el Opus Dei se defendió argumentando que «no corresponde al obispo llevar a cabo este nombramiento». Desde la diócesis indicaron que según el Canon 557, «corresponde al obispo diocesano el nombramiento del rector y de los sacerdotes dedicados a una iglesia o un santuario». No obstante, la prelatura erigida por san Josemaría Escrivá respondió explicando que «según los actuales estatutos de Torreciudad, del año 1980, el nombramiento del rector y la designación de los sacerdotes que se ocupan de la atención pastoral corresponde al vicario regional de la prelatura y así se ha venido procediendo desde 1975».
El pasado 1 de septiembre, José Mairal comenzó su nueva función, acompañado de Ángel Lasheras, Pedro J. García de Jalón y de la Fuente y Eduardo Martínez Ruipérez, miembros del Opus Dei, para que se responsabilicen del «cuidado pastoral y ministerial hasta que se regularice la situación canónica existente entre ambas instituciones», el obispado y la prelatura.
