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Algunos de los últimos seminaristas ordenados sacerdotes en Madrid

Algunos de los últimos seminaristas ordenados sacerdotes en MadridArchimadrid

El mapa de las vocaciones en España: diócesis que agonizan frente a otras (muy pocas) que florecen

En nuestro país se forman poco menos de mil jóvenes (o ya no tan jóvenes) para ser ordenados sacerdotes. Las diferencias entre provincias son, en ocasiones, sorprendentes

Desde hace cinco años, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha optado por no facilitar las cifras de los seminaristas que se preparan para el sacerdocio desglosadas por las 70 diócesis españolas. El curso 2018-2019 fue el último en el que se hizo, y desde entonces, la Iglesia española solo difunde el número total de aspirantes al sacerdocio en España. Probablemente, las cifras menguantes hayan motivado esta decisión.

Sin embargo, el blog La cigüeña de la torre, el más leído de información religiosa en nuestro país, que dirige Francisco José Fernández de la Cigoña, ha recabado los datos de los seminaristas que se forman en las distintas diócesis españolas, con cifras de la CEE. En el curso que acaba de terminar, en toda España había 956 aspirantes al sacerdocio, se produjeron 143 nuevos ingresos y se ordenaron 79 sacerdotes. Esas cifras –que ya se conocían– engloban a los seminaristas diocesanos más los de los seminarios Redeptoris Mater, dirigidos por el Camino Neocatecumenal.

La novedad viene en el desglose de aspirantes al sacerdocio del curso pasado por diócesis, que arroja un balance muy desigual entre ellas. En muchas no hay, ni siquiera, un solo joven que aspire al sacerdocio. Es el caso de Ciudad Rodrigo (Salamanca), Jaca (Huesca), Lérida y Palencia. Vistas las cifras de seminaristas, el futuro no se percibe demasiado halagüeño en ninguna de ellas.

Otras diócesis tan solo cuentan con un aspirante al sacerdocio: es el caso Barbastro-Monzón (Huesca), Calahorra y La Calzada-Logroño, Menorca, Salamanca, San Sebastián, Tarazona (Zaragoza), Teruel y Albarracín y Tortosa (Tarragona). Es especialmente llamativo el caso de la sede donostiarra, antaño semillero de vocaciones y que hoy sólo cuenta con un futuro sacerdote entre sus 723.576 habitantes.

Desiertos vocacionales

Por lo general, los obispados de zonas rurales sufren más la carestía vocacional y el invierno demográfico que los que incluyen a las grandes ciudades. Sin embargo, algunas de las primeras llegan a superar, sorprendentemente, a las diócesis urbanas. Tarragona (623.000 habitantes) o Tui-Vigo (567.000 habitantes) o sólo tienen dos seminaristas cada una, mientras que Astorga (234.000 habitantes), Solsona (139.000 habitantes) o Zamora (147.000 habitantes) tienen tres. Segovia, Ibiza, Gerona y Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) también cuentan con tres aspirantes al sacerdocio cada una, y Huesca, Plasencia y Sigüenza-Guadalajara, con dos. Hablamos, en cualquier caso, de cifras absolutamente insuficientes para garantizar el relevo generacional de los sacerdotes a corto y medio plazo.

De menos a más, las siguientes diócesis en número de seminaristas son:

  • Con 4: Albacete, Osma-Soria y Santander
  • Con 5: Ávila, Mondoñedo-Ferrol (La Coruña), Urgel (Lérida) y Vic (Barcelona)
  • Con 6: Coria-Cáceres
  • Con 7: Bilbao, Castrense (el Ejército), Guadix-Baza (Granada), Almería y Tenerife
  • Con 8: Mérida-Badajoz
  • Con 9: Canarias y Valladolid
  • Con: 11: Cuenca
  • Con 12: Lugo
  • Con 13: Málaga
  • Con 14: Ciudad Real, Zaragoza y León
  • Con 15: Jaén, Santiago de Compostela y Pamplona-Tudela
  • Con 16: Alcalá de Henares (Madrid) y Jerez de la Frontera (Cádiz)
  • Con 17: Huelva
  • Con 18: Burgos y Terrassa
  • Con 19: Orense
  • Con 20: Segorbe-Castellón
  • Con 21: Barcelona y Cádiz y Ceuta
  • Con 22: Oviedo y Vitoria
  • Con 23: Orihuela-Alicante
  • Con 27: Granada

Entre las diócesis que cuentan con un número más holgado de aspirantes al sacerdocio figuran Córdoba y Sevilla, cada una con 43 miembros. Murcia-Cartagena contabiliza 44 aspirantes al sacerdocio, y Valencia, 52. En lo alto de la «tabla», las diócesis más florecientes en cuanto a vocaciones son Getafe (Madrid), con 57 candidatos; Toledo, con 73 y Madrid, que ocupa el primer puesto, con 112 jóvenes.

Toledo tiene una población similar (721.105 en total) a San Sebastián (723.576 habitantes). Sin embargo, mientras la sede donostiarra cuenta con 1 seminarista, la manchega acumula 73. La pregunta que emerge es evidente: ¿qué ocurre para que se dé este abismo numérico entre unas y otras? Son muchas y variadas las causas, que darán para otro artículo, pero es patente que los cambios sociales y las acciones pastorales que se han llevado a cabo en ellas, tan distintas e incluso antagónicas en muchos casos, explican bien los caminos que se deben seguir y los que se deben evitar.

En El Debate, al menos, colaboramos con una nueva vocación. Jorge Ruiz, un excelente profesional, «un virguero de la edición de vídeo», como le definió nuestro director adjunto, Luis Ventoso, en uno de sus últimos artículos, se incorpora en septiembre al seminario de Madrid.

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