Nombramiento de Thattill como arzobispo de la Iglesia siro malabar
Se intensifica el conflicto en la Iglesia siro-malabar por el retraso en las ordenaciones de diáconos
«Santa Sede: Escucha el clamor de la diócesis siro-malabar más grande» fueron algunos de los mensajes durante las protestas dirigidas a las autoridades locales y al Vaticano
El conflicto en la Iglesia siro-malabar continúa sin resolverse. Recientemenete, cientos de fieles de la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly, en Kerala, India, se manifestaron exigiendo la ordenación inmediata de ocho diáconos, que ha sido retrasada. La protesta, liderada mayoritariamente por laicos, tuvo lugar frente a la residencia del Arzobispo Mayor, monseñor Mar Raphael Thattil, y también sirvió para denunciar recientes cambios en la curia de la archidiócesis.
Los manifestantes portaban pancartas en malayalam, inglés e italiano, dirigidas tanto a las autoridades locales como al Vaticano. Los mensajes demandaban la rápida ordenación de los diáconos y solicitaban la atención de la Santa Sede sobre los problemas que enfrenta la archidiócesis. Entre las pancartas, destacaban frases como: «Exigimos la ordenación de nuestros ocho diáconos ahora» y «Santa Sede: Escucha el clamor de la diócesis siro-malabar más grande».
Contexto de las tensiones
La archidiócesis de Ernakulam-Angamaly, con más de 500.000 fieles, ha estado en crisis desde 2017, cuando se descubrieron irregularidades en transacciones inmobiliarias que causaron grandes pérdidas, desatando un conflicto interno. En 2021, la Iglesia siro-malabar introdujo una nueva liturgia eucarística, estipulada por el el sínodo de la iglesia siro-malabar, donde el sacerdote debía celebrar la Eucaristía de espaldas al pueblo (ad orientem), lo que fue rechazado por la archidiócesis, que defendía la liturgia versus populum (de cara al pueblo). Este desacuerdo generó protestas y enfrentamientos que derivaron en un cierre temporal de la catedral.
El pasado 3 de julio, la Iglesia siro-malabar alcanzó un acuerdo con la archidiócesis de Ernakulam-Angamaly para resolver temporalmente el conflicto litúrgico que había durado tres años. Si no aceptaban la nueva liturgia antes del 4 de julio, serían excomulgados. No obstante, se permitió una concesión: la nueva liturgia solo debía aplicarse los domingos y días festivos, mientras que el resto de las misas podrían celebrarse versus populum. Este acuerdo también incluyó la esperada ordenación de ocho diáconos, la cual había sido retrasada debido a las tensiones litúrgicas.
La ordenación, prevista inicialmente para diciembre de 2023, fue aplazada cuando se exigió a los diáconos que firmaran un compromiso para celebrar solo la nueva liturgia después de su ordenación, una medida que provocó la indignación de los fieles y sacerdotes que apoyan la liturgia versus populum. Estos argumentaron que no era justo imponer tal promesa a los diáconos cuando los sacerdotes actuales solo debían cumplir con la nueva liturgia en fechas concretas.
Cambios en la curia y agravamiento de las tensiones
El malestar aumentó aún más con los cambios en la curia diocesana anunciados el 9 de octubre, cuando varios altos cargos, incluidos el protosincelo y el canciller, fueron removidos. El nuevo canciller, padre Joshy Puthuva, generó controversia debido a su vinculación con el escándalo inmobiliario de 2017. Ante estos movimientos, los manifestantes pidieron la renuncia del administrador apostólico, obispo Bosco Puthur, y la reversión de estos cambios.
Además, algunos manifestantes solicitaron que la archidiócesis obtuviera un estatus independiente dentro de la Iglesia siro-malabar, para estar bajo supervisión directa del Vaticano. Esta petición fue criticada por la Comisión de Medios de Comunicación de la Iglesia siro-malabar, que consideró «irónico» que quienes habían rechazado previamente las directrices del Papa sobre la liturgia ahora busquen mayor cercanía con Roma.
