¿París, no; Cancún, sí? La diócesis mexicana espera que el Papa inaugure su catedral en 2025
Apenas unos días antes de la reapertura de Notre Dame, el obispo de Chetumal confía en que Francisco acuda a la consagración de su templo catedralicio
Blanca, reluciente, surcada de arcos y con un claro estilo colonial. Así se prevé que sea la nueva catedral de la Santísima Trinidad de Cancún (México) una vez que concluyan las obras, justo dentro de un año, en diciembre de 2025. Lo anunció la pasada semana el obispo de la diócesis Cancún - Chetumal, monseñor Pedro Pablo Elizondo, quien aprovechó la ocasión para lanzar una sorprendente primicia: la invitación que se extenderá al Papa Francisco para que sea él mismo, en persona, quien inaugure el templo catedralicio.
¿Accederá el Santo Padre a cruzar el Atlántico dentro de un año para consagrar la catedral mexicana? Es bien conocida la preferencia de Francisco por ir «a las periferias de la Iglesia». De hecho, declinó la invitación del presidente francés, Emmanuel Macron, quien le pidió estar presente en la reapertura de la catedral parisina que tendrá lugar el próximo sábado. Sí viajará una semana después a Francia, en concreto a Córcega, en el primer viaje de un Pontífice a la isla.
La negativa del Santo Padre no sentó bien al mandatario francés, que se ha interpretado como una reprobación papal por su política favorable al aborto y a la eutanasia, además de la consabida preferencia de Francisco por las periferias.
Por eso, no sería improbable que el Santo Padre sí accediera a viajar al país azteca el año que viene, siempre que su salud se lo permita. El próximo 17 de diciembre, Francisco cumplirá 88 años y, aunque su salud parece más vigorosa que hace unos meses, un viaje de esas características supone un reto para cualquier persona de su edad.
En cualquier caso, en Cancún mantienen la esperanza, y harán todo lo posible para tener al Santo Padre en la inauguración de su templo dentro de un año. «La consagración de la catedral será una ocasión trascendental para nuestra comunidad católica y una oportunidad para mostrar la riqueza espiritual de Quintana Roo al mundo», afirmó la semana pasada monseñor Elizondo, empeñado desde hace tiempo en subrayar que Cancún «no solo es sol y arena; también es un lugar de profundas experiencias espirituales», enfatizó.
Una cruz de 25 metros
Está previsto que la nueva catedral de la Santísima Trinidad cuente con una cruz de 25 metros de altura, erigida sobre la reproducción de una pirámide maya de 12 escalones de piedra, que simbolizan a los 12 apóstoles. Junto a ella, se construirá una capilla-baptisterio que recordará el bautismo de los primeros cristianos mayas, Melchor y Julián, un hecho histórico que marcó el inicio del cristianismo en la región en 1518.
Ciertamente, la Santísima Trinidad no es Notre Dame. Pero quizás veamos al Papa Francisco, por estas fechas el año próximo, pisando la arena de Cancún y consagrando su nueva catedral.