Fundado en 1910
El Papa Francisco comenzará sus viajes de 2023 yendo a Sudán del Sur

El Papa Francisco en uno de sus viajes apostólicosGTRES

Las veces en las que el Papa sí estuvo en España

Alcalá de Henares y Mallorca fueron las dos ciudades en las que el joven Bergoglio descubrió una parte esencial de su formación y espiritualidad jesuita

La cuestión sigue sobre la mesa: ¿vendrá el Pontífice a España? Invitaciones no le han faltado, y su interés en los últimos meses por visitar Canarias, debido a la «situación de los migrantes que llegan del mar» y su deseo de «estar cerca de los gobernantes y el pueblo canario», parecen dejar cada vez más clara la posibilidad de que el Santo Padre pise suelo ibérico.

Tampoco han faltado las voces discordantes, que afirman que nunca vendrá porque no quiere a España o porque está más interesado en visitar las periferias donde la Iglesia tiene una presencia limitada o perseguida, o bien lugares que necesitan más atención mediática para visibilizar sus problemáticas, una categoría en la que España 'no encajaría'.

Sobre este último punto no les falta razón, y el propio Santo Padre ha sido el primero en admitirlo: «Hay que ir a la periferia si se quiere ver el mundo tal cual es. Siempre pensé que uno ve el mundo más claro desde la periferia, pero en estos últimos siete años como Papa terminé de comprobarlo». O, en otra ocasión, expresó: «Al pensar en la Iglesia, todavía seguimos siendo demasiado eurocéntricos o, como se suele decir, 'occidentales'».

En cuanto a su amor por España, el Papa Francisco tiene más conexión con el país de lo que muchos creen. Que no haya venido aún no significa que no esté pendiente del país ni que desconozca su realidad y la de su Iglesia. Ha citado en más de una ocasión el problema del paro juvenil en España y ha estado presente en numerosos eventos y celebraciones a través de mensajes. Además, pocos conocen los detalles de sus visitas previas. Antes de convertirse en el Cabeza de la Iglesia, Jorge Mario Bergoglio pasó una temporada en Alcalá de Henares en los años 70, mientras completaba su formación jesuita. Años más tarde, en 1982, recaló en Mallorca, atraído por la figura del santo jesuita Alonso Rodríguez.

El joven Bergoglio en la ciudad complutense

Corría el año 1971 cuando un joven sacerdote argentino, recién ordenado y con una vocación firme, llegó a la histórica ciudad de Alcalá de Henares. Jorge Mario Bergoglio tenía entonces 34 años y venía a completar su formación en la Compañía de Jesús, realizando la llamada «Tercera Probación», el último escalón antes de pronunciar los votos definitivos.

Su estancia en Alcalá fue breve, de septiembre a diciembre, pero significativa. Durante esos meses, Bergoglio se sumergió en un profundo aprendizaje espiritual, combinando la oración, el estudio de las reglas de la orden y el servicio a los más necesitados. Se le podía ver en el Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, conocido como «El Hospitalillo», donde ayudaba a los enfermos, o en la cárcel, donde prestaba apoyo a los presos.

Catálogo de la Provincia de Toledo que recoge el paso de Bergoglio por Alcalá de Henares

Catálogo de la Provincia de Toledo que recoge el paso de Bergoglio por Alcalá de HenaresDiario de Alcalá

Aunque hay pocos documentos que certifiquen su paso por Alcalá, sí existe un testimonio clave: el Catálogo de la Provincia de Toledo, donde aparece su nombre junto al de otros doce jesuitas que realizaron la misma formación en aquel año. Además, en 2013, el periodista Pedro Pérez Hinojos investigó su estancia y logró rescatar algunos recuerdos de quienes compartieron aquellos meses con él. «Era uno más entre muchos, dedicado a la escuela del afecto y al encuentro con su corazón», relató el superior de la casa jesuita, Enrique Climent.

En Alcalá de Henares, Bergoglio cumplió 35 años, el 17 de diciembre de 1971, antes de partir hacia Alemania. Su paso por la ciudad complutense dejó una huella discreta pero significativa, una etapa más en su camino hacia el papado.

Una visita especial a Mallorca en 1982

Años después, ya incorporado definitivamente en la Compañía de Jesús en Argentina, Bergoglio volvió a pisar suelo español. En 1982, en una escala de su viaje de regreso a Buenos Aires desde Roma, se detuvo en Mallorca para visitar la comunidad jesuita de Palma. Pero su interés no era casual: el futuro Papa quería conocer más sobre la vida de san Alonso Rodríguez, un humilde hermano lego jesuita que vivió en la isla en el siglo XVI y cuya espiritualidad siempre había admirado.

San Alonso Rodríguez, nacido en Segovia en 1532, perdió a su esposa e hijos por enfermedades lo que provocó un deseo de unirse a la Compañía de Jesús como hermano lego. Durante 46 años sirvió como portero en el colegio de Montesión en Palma, donde su trabajo, obediencia, humildad y servicio dejaron una profunda huella en los alumnos y la comunidad. Su lema, «Sólo agradar a Dios y cumplir su voluntad siempre y en todo lugar», resonaba con la espiritualidad que Bergoglio buscaba fomentar en su comunidad.

Relata la revista Mallorca Magazin que, durante su visita a Mallorca, los jesuitas de la isla le regalaron una pequeña estatua del santo. De hecho, en aquella época tenía la intención de construir una iglesia en Argentina dedicada a Alonso Rodríguez, una muestra de la profunda admiración que sentía por él.

El sacerdote jesuita José María Casanovas, que conoció a Bergoglio en aquella visita, recordaba años después la sorpresa que supuso su elección como Papa. «No me lo esperaba, pero sé que es una persona eficiente, respetada y cercana a la gente. Cuando lo vi en la televisión, me emocioné mucho», confesó.

¿Un futuro viaje a España?

El Papa Francisco sigue manteniendo su interés por España y ha expresado en varias ocasiones su deseo de visitar el país. Recientemente, en un encuentro con el obispo auxiliar de Canarias, Cristóbal Déniz, manifestó su deseo de viajar al archipiélago: «Quisiera ir a Canarias», dijo el Santo Padre.

A lo largo de su pontificado, ha mostrado un gran aprecio por la labor de las diócesis españolas y ha mantenido un estrecho vínculo con la comunidad jesuita del país. Si finalmente se confirma una visita, no cabe duda de que sería un acontecimiento histórico para España.

Mientras tanto, los recuerdos de sus visitas a Alcalá de Henares y Mallorca nos permiten conocer una faceta menos conocida del Papa Francisco: la de un joven jesuita en busca de su camino, que encontró en España una parte esencial de su formación y espiritualidad.

comentarios
tracking