Fundado en 1910
El Papa Benedicto XVI, durante una audiencia general en 2013

El Papa Benedicto XVI, durante una audiencia general en 2013Gtres

Benedicto XVI y su amor a España a través de los santos y beatos

Canonizó a 44 santos (cinco españoles) y a 870 beatos, entre los que destacan por su número los mártires de la persecución española de los años treinta

En el transcurso de su pontificado, Benedicto XVI proclamó 44 nuevos santos y 870 beatos, proponiendo modelos de vida sumamente complementarios: desde grandes místicos hasta evangelizadores comprometidos con los más pobres o desfavorecidos. El elevado número de españoles es una prueba de la admiración que sentía por nuestro país.

Benedicto XVI, Papa y teólogo, se tomaba muy en serio, y con mucho tiempo, la aprobación de cada decreto de reconocimiento de la santidad. Revisaba incluso la aprobación de los milagros como fenómenos imposibles de explicar científicamente.

Por ese motivo, los 914 santos y beatos que proclamó constituyen, hoy, el testimonio de la visión del cristianismo que legó a la Iglesia y al mundo.

Santos españoles

Prueba de ello son los cinco santos españoles que canonizó. El más conocido es Rafael Arnaiz Barón (1911-1938), el «Hermano Rafael», quien a pesar de fallecer a los veintisiete años, como monje trapense, es considerado uno de los grandes místicos del siglo XX.

Al canonizarle, el 11 de octubre de 2009, Joseph Razinger le presentó como ejemplo «para los jóvenes que no se conforman con poco, sino que aspiran a la plena verdad, a la más indecible alegría, que se alcanzan por el amor de Dios. Vida de amor... He aquí la única razón de vivir».

Otro santo español canonizado por Benedicto es el catalán Francisco Coll y Guitart (Gombrén 1812-Vic 1875) sacerdote dominico y fundador de la Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata, quien «llegaba al corazón de los demás porque trasmitía lo que él mismo vivía con pasión en su interior, lo que ardía en su corazón: el amor de Cristo».

En Salamanca nació Bonifacia Rodríguez Castro (1837- 1905), fundadora de la Congregación de las Siervas de San José, junto con Francisco Javier Butiñá, proclamado santo por Ratzinger el 23 de octubre de 2011.

También es española Carmen Sallés y Barangueras (1848–1911), fundadora de la Congregación de las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, bajo el principio de igualdad entre hombres y mujeres, considerando que la mujer de finales del siglo XIX debía ser digna de una educación académica y de valores. Su nota característica fue el amor filial a la Virgen María.

El Papa también canonizó a la vasca Juana Josefa Cipitria y Barriola (1845-1912), conocida por su nombre religioso santa Cándida María de Jesús, fundadora en Salamanca de la Congregación de las Hijas de Jesús, conocidas como las «jesuitinas», cuyo objetivo es la educación.

A estos cinco santos españoles habría que añadir san Pedro Calungsod (1653 – 1672), nacido en las Filipinas del imperio español y martirizado en Guam a los 18 años por el jefe chamorro Mata'pang, quien se oponía a la evangelización promovida por el jesuita español Diego Luis de San Vitores, que también fue asesinado.

Son sumamente atractivas las figuras de hijos de la evangelización española canonizados por Benedicto XVI, como son el jesuita Alberto Hurtado Cruchaga (1901-1952), gran santo de Chile, el mexicano Rafael Guízar y Valencia (1878-1938), primer obispo hispanoamericano canonizado por la Iglesia católica, y Narcisa de Jesús Martillo y Morán (1832-1869), una joven laica religiosa ecuatoriana.

Santa Hildegarda

El 36 % de los canonizados por el Papa Benedicto son mujeres. Entre ellas, destaca su compatriota, santa Hildegarda de Bingen (1098 - 1179), monja benedictina, una de las mujeres más influyentes de la Edad Media.

Su caso es totalmente excepcional, pues Ratzinger la nombró, además, doctora de la Iglesia en octubre de 2012. Para comprender la importancia de esta decisión, basta señalar que en toda la historia de la Iglesia, los papas solo han reconocido a cuatro doctoras, además de la santa alemana, Teresa de Ávila, Catalina de Siena y Teresita de Lisieux.

Fuentes cercanas a Benedicto XVI revelan que quiso nombrarla doctora de la Iglesia para rescatar su figura espiritual del olvido de un culto demasiado regional y del abuso que algunos movimientos pseudorreligiosos, como la New Age, empezaban a hacer de sus obras.

Otras figuras de santidad sumamente atractivas canonizadas por Benedicto XVI es el apóstol de los leprosos, Damián de Molokai, religioso de los Sagrados Corazones (nacido en el Reino de Bélgica en 1840 y fallecido en la isla del entonces Reino de Hawái, en 1889). No solo es patrono de los leprosos, sino también de los enfermos de sida.

544 beatos españoles

A lo largo de sus años de pontificado, Benedicto XVI autorizó la beatificación de 544 españoles. Entre sus beatificaciones, resulta especialmente significativa la celebrada en octubre de 2007, la mayor beatificación que ha tenido lugar en la historia de la Iglesia. En ella, 498 españoles fueron proclamados beatos al ser considerados mártires de la persecución religiosa del siglo XX en España.

El Papa ha dado a la Iglesia el primer beato periodista profesional, Manuel Lozano Garrido, conocido por todos como Lolo, (Linares, 920 - ibídem, 1971). Miembro de Acción Católica, sufrió una grave enfermedad con parálisis lo que le obligó a vivir 29 años en silla de ruedas, 9 de ellos ciego, lo cual no le impidió escribir libros y artículos de profundidad sorprendente, gracias a la ayuda de su hermana.

Juan de Ávila, doctor de la Iglesia

Además de santa Hildegarda, el Papa proclamó a un doctor de la Iglesia español, san Juan de Ávila, patrono del clero en nuestro país, el 7 de octubre de 2012. Benedicto XVI realizó este importante anuncio en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011, al finalizar la eucaristía con los seminaristas de todo el mundo en la catedral de La Almudena.

comentarios
tracking