El Vaticano, contra el desafío que plantea la Iglesia alemana
El Sínodo alemán tenía un proyecto que pretendía erradicar atribuciones de obispos
La Santa Sede se ha pronunciado oficialmente contra el proyecto de erradicar atribuciones de obispos y la Conferencia Episcopal Alemana para que sean sustituidos por un «Consejo sinodal» del que formarían parte exponentes laicos.
En una carta, tres de los colaboradores más importantes del Papa Francisco se oponen a la creación de un «Consejo sinodal», institución votada por el Sínodo de la Iglesia en Alemania (técnicamente el «Camino sinodal») el pasado mes de octubre, que pretende implicar activamente a los laicos en el gobierno de la Iglesia, tanto a nivel nacional como local. El objetivo: redimensionar el papel de los obispos.
Aprobada «expresamente» por el Papa Francisco, firmada por los cardenales Pietro Parolin, Luis Francisco Ladaria Ferrer y Marc Ouellet, respectivamente Secretario de Estado, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y Prefecto del Dicasterio para los Obispos, esta carta está dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Georg Bätzing.
La carta, fechada el 16 de enero, constituye una respuesta a la carta enviada por cinco obispos alemanes el pasado diciembre –entre ellos el cardenal Rainer-Maria Woelki, arzobispo de Colonia– en la que preguntaban a Roma si tenían la obligación de participar en la elaboración del proyecto de un «Consejo sinodal».
Esta nueva institución, que el Sínodo alemán pretende crear en 2026, tendría un carácter tanto consultivo como ejecutivo. Estaría compuesta por 27 obispos alemanes, 27 miembros del Comité Central de los Católicos Alemanes –asociación que desempeña un papel destacado en el Sínodo alemán– y otros 20 miembros elegidos por los miembros del «Camino sinodal».
En peligro la figura del obispo
Los cardenales Parolin, Ouellet y Ladaria plantean en la carta los problemas que ven en este Consejo. A nivel nacional, constituye «una nueva estructura de dirección» y parece «sustituir de facto» a la Conferencia Episcopal. A nivel diocesano, tal institución «parece situarse por encima de la autoridad de cada obispo dentro de su diócesis».
La «preocupación doctrinal más importante» de los tres representantes de la Curia Romana se refiere a lo que consideran un desafío a la misión misma del obispo, tal como la definió el Concilio Vaticano II, en 1964.
Por último, los tres cardenales insisten en que «ni el Sínodo ni una conferencia episcopal tienen competencia para instituir el «Consejo sinodal» a nivel diocesano o parroquial».
Al mismo tiempo, los representantes vaticanos se declaran «abiertos a un diálogo más amplio y profundo» tras la reunión que se celebró en Roma el 18 de noviembre de 2022, durante la quinquenal visita al Vaticano de los obispos alemanes. El cardenal Ouellet había advertido en esa ocasión ante el riesgo de que el Sínodo alemán promueva un «cisma latente».
En varias ocasiones, el Papa Francisco ha advertido ante el peligro que vive la Iglesia en Alemania en estos momentos. En una declaración publicada en la edición de junio de 2022 por la revista La Civilta Cattolica, el Papa revelaba el comentario que ha hecho al mismo presidente de la Conferencia Episcopal Alemana: «Ya hay una muy buena Iglesia evangélica en Alemania. No necesitamos dos».
Temores infundados, según monseñor Bätzing
En una declaración publicada en el sitio web de la Conferencia Episcopal Alemana, su presidente, monseñor Bätzing, asegura que los temores de los tres dignatarios de la Curia y del Papa Francisco «son infundados».
Según él, el «Consejo sinodal» no va en contra del derecho canónico vigente porque las decisiones que toma tienen el mismo «valor jurídico» que las tomadas por el Sínodo alemán.
Para el obispo de Limburgo, el diálogo con la Santa Sede debe continuar. Afirma que la consulta sinodal no es un «debilitamiento del ministerio episcopal», sino un «fortalecimiento» de este ministerio, que «nadie cuestiona».