Sale a la luz el texto inédito que Benedicto XVI pidió que se publicara tras su muerte

A las 9:35 de la mañana del 31 de diciembre de 2022, el Vaticano amaneció para dar una noticia que conmocionó al mundo: el Papa emérito Benedicto XVI había fallecido a la edad de 95 años. Su partida se produjo tras un periodo de deterioro de su salud, que la Santa Sede atribuyó al inexorable avance de la edad.

Su elección como Papa le llegó en el año 2005, a los 78 años, cuando ya tenía las maletas hechas para retirarse y dedicarse a lo que más le gustaba: escribir. Durante las jornadas previas al cónclave, pero también al día siguiente de su elección, dejó bien claro que ni le interesaba ni soñaba con ser obispo de Roma. Les aseguró con simpatía a sus compañeros del dicasterio para la Doctrina de la Fe que «se cumple lo que el Señor dijo a Pedro: Llegará un día en que te llevarán donde no quieres ir».

Benedicto XVI fue plenamente consciente de sus limitaciones físicas, lo que lo llevó a presentar su dimisión pocos años después, en 2013. Sin embargo, antes de dar este paso, dejó una impronta intelectual impresionante, que alcanzó su cúspide con su obra sobre Jesús de Nazaret. Este libro logró cifras de venta extraordinarias en todo el mundo y permitió a los hombres y mujeres del siglo XXI comprender mejor el origen del cristianismo.

La figura de aquel Pontífice, que dedicó su vida al servicio de la Iglesia y a la reflexión sobre la fe, ha dejado un legado imborrable en la historia moderna del catolicismo que, sin embargo, no ha terminado con su muerte. Recientemente, el Proyecto Veritas Amoris ha presentado un escrito inédito del ex Papa alemán titulado La imagen cristiana del hombre. Este documento aborda crisis fundamentales de la sociedad contemporánea, y se centra especialmente en temas relacionados con la familia, el amor humano y la identidad de la persona.

«Una verdad sin amor es fría y abstracta»

El texto se encuentra en el tercer volumen de la revista italiana del Proyecto Veritas Amoris, titulada La verità dell’amore, Tracce per un cammino. (Podría traducirse como «La verdad del amor, huellas para un camino».)

Redactado entre Navidad y Epifanía de 2019-2020, el Papa emérito solicitó que su publicación se realizara únicamente tras su fallecimiento. Este documento representa una manifestación más de su profunda inquietud por los desafíos morales y sociales que enfrenta la humanidad en la actualidad.

El Proyecto Veritas Amoris fue fundado en 2019 por los teólogos Livio Melina y José Granados con el propósito de continuar el legado del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, que en 2017 tuvo que adaptarse a un cambio de estatutos aprobado por la Congregación para la Educación Católica del Vaticano y que supuso el despido de Melina, gran amigo de Ratzinger.

En La imagen cristiana del hombre, Benedicto XVI examina temas cruciales como la ideología de género y la creación de vida en laboratorios. Estas tendencias, según el Papa, tienen sus raíces en el marxismo y un liberalismo extremo que ha distorsionado la noción de libertad hasta desafiar la esencia misma de la naturaleza humana.

«Un Jesús que está de acuerdo con todo es una caricatura»

Benedicto XVI afirma que la crisis actual va más allá de las transformaciones sociales y culturales, afectando profundamente la comprensión de lo que significa ser humano. Habla de una «desregulación antropológica», que busca redefinir conceptos como la diferencia sexual, el matrimonio y la familia. Este proceso amenaza la estabilidad y el sentido de estas instituciones, al ver al ser humano como alguien que puede reinventarse, desvinculado de cualquier naturaleza preestablecida.

Advierte que esta ruptura con la concepción natural de la humanidad tiene graves consecuencias. Al negar la dualidad hombre-mujer, se cuestiona la existencia de la familia como diseño divino, y la dignidad humana se ve en peligro, al dejar de verse al ser humano como creación divina, transformándolo en un producto de manipulaciones tecnológicas y culturales.

Uno de los aspectos más significativos que Benedicto XVI plantea en su texto es cómo la crisis familiar impacta directamente la comprensión y vivencia de la fe cristiana. Melina, al analizar el documento, resalta que la pérdida de la experiencia familiar erosiona el lenguaje que los creyentes utilizan para relacionarse con Dios. En la tradición cristiana, se invoca a Dios como Padre, a Jesús como Hijo, y la Iglesia es concebida como madre. Estas relaciones se fundamentan en la experiencia familiar.

No obstante, si las categorías de padre, madre, hijo e hija pierden su significado natural, también se debilita la capacidad de las personas para comprender y relacionarse con Dios. A lo largo de su pontificado, y también cuando fue cardenal, Benedicto XVI ya había expresado su preocupación por este fenómeno y por el constante deterioro de la institución familiar.

El hombre «se hace a sí mismo»

El texto inédito del Papa emérito subraya su inquietud por la dirección que ha tomado el mundo moderno en cuestiones esenciales como la identidad humana y la familia. La negación de Dios y la desintegración de la familia están íntimamente relacionadas. Al rechazar la existencia de un Creador, se desestima también la dignidad del ser humano como criatura de Dios.

Cómo expresa el Papa emérito en el texto recién publicado: «Hoy se niega que el hombre, en cuanto ser libre, esté de algún modo ligado a una naturaleza que determina el espacio de su libertad. El hombre ya no tiene una naturaleza, sino que se 'hace' a sí mismo. Ya no existe una naturaleza del hombre: es él mismo quien decide lo que es, varón o mujer. Es el hombre mismo quien produce al hombre y, por tanto, determina el destino de un ser que ya no proviene de las manos de un Dios creador, sino del laboratorio de invenciones humanas».