Segunda semana del Sínodo: cardenales papables, mujeres y 62.000 euros para Gaza
El purpurado español Cristóbal López Romero resaltó en la rueda de prensa de esta semana que la Iglesia saldrá del Sínodo «más católica y universal»
La actual sesión del Sínodo de la Sinodalidad ha generado un intenso debate sobre diversos temas que reflejan la realidad de la Iglesia y el mundo actual. Se recordó a los católicos de Oriente Medio en un día de luto y ayuno, el pasado lunes, 7 de octubre, subrayando la necesidad de una respuesta colectiva a las crisis que enfrentan comunidades en guerra como en Tierra Santa. El cardenal Grech, en la apertura de los trabajos, lo recordó a todos los presentes, subrayando la voluntad del Papa de cultivar un ambiente espiritual, como el rosario por la paz rezado en la basílica papal de santa María la Mayor esa misma tarde.
Paolo Ruffini, responsable de la Comisión de Información del Sínodo, enfatizó la necesidad de «oración, ayuno, pero también caridad», anunciando una colecta destinada a la parroquia de Gaza y a su párroco, el padre Gabriel Romanelli, a quien el Papa llama diariamente «para testimoniar su cercanía a quienes sufren». En este sentido, la colecta logró recaudar 62.000 euros, un compromiso tangible de la Iglesia con los más necesitados, de los cuales 32.000 euros fueron donados por los participantes del Sínodo y otros 30.000 euros del Vaticano entregados por el Limosnero Apostólico, el cardenal Krajewski.
El monto se envió a la Nunciatura Apostólica en Jerusalén. Durante el briefing del pasado lunes, Paolo Ruffini destacó que los participantes recibieron con entusiasmo un video de agradecimiento enviado por el sacerdote, acompañado de algunos niños y feligreses, lo que generó un aplauso colectivo en la sala de prensa.
Continua el debate del papel de la mujer y el diaconado
Otro de los aspectos centrales de esta semana ha sido el papel de las mujeres en la Iglesia. La discusión sobre la inclusión y el liderazgo femenino ha cobrado relevancia, con diversos miembros del Sínodo reconociendo la necesidad de explorar las oportunidades para que las mujeres asuman roles de mayor responsabilidad. Esta perspectiva se ha vuelto esencial en un momento en que el Papa Francisco ha afirmado que «la Iglesia es mujer».
A medida que avanza el Sínodo, se observa un cambio en la mentalidad sobre la participación de las mujeres y el papel de los diáconos. Estos cambios, promovidos por el Papa, marcan un paso hacia una Iglesia, donde no se quiere perder de vista «la aportación de las mujeres en el pasado y en el presente».
El tema del diaconado permanente también ha sido objeto de análisis, destacando su creciente importancia en contextos donde la falta de sacerdotes se siente con mayor intensidad. Los testimonios de arzobispos, obispos y del reverendo diácono Geert De Cubber, el único diácono permanente de la Iglesia latina en el proceso sinodal, además de estar casado y tener hijos, han puesto de relieve cómo esta vocación específica contribuye al servicio pastoral, ofreciendo una alternativa en la atención a las comunidades.
¿Cuáles son los posibles sucesores de Pedro?
El Sínodo de la Sinodalidad ha reunido a un número significativo de cardenales electores, generando especulaciones sobre la posibilidad de que el futuro Papa esté participando en este evento clave. De los 122 cardenales con derecho a voto, casi la mitad se encuentran presentes, lo que convierte este sínodo en un espacio clave para observar a posibles candidatos al papado, conocidos como «papables». Entre ellos, destacan figuras prominentes como el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano; Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; Luis Antonio Tagle, de Filipinas; o el purpurado español Cristóbal López Romero.
El cardenal Pietro Parolin, que ha ocupado el cargo de Secretario de Estado durante una década, es visto como un líder hábil y experimentado. Aunque su reputación se ha mantenido sólida, algunos críticos señalan el polémico acuerdo entre el Vaticano y China sobre el nombramiento de obispos como un posible punto en su contra. A pesar de esto, su papel diplomático en el Vaticano lo posiciona como uno de los principales candidatos papales.
Por otro lado, el cardenal Matteo Zuppi ha sido descrito como una figura cercana a Francisco, y aunque ha minimizado en el pasado los rumores sobre sus posibilidades papales, su participación como presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y su trabajo como enviado de paz en conflictos internacionales le otorgan un perfil de gran relevancia. Zuppi es conocido por su habilidad para tender puentes entre diversos sectores políticos y dentro de la Iglesia, lo que lo convierte en un contendiente atractivo para algunos cardenales.
Luis Antonio Tagle, originario de Filipinas y exlíder de Cáritas Internacional, es una figura carismática en la Iglesia, aunque su influencia ha fluctuado en los últimos años. Sin embargo, su reciente asignación como enviado papal al Congreso Eucarístico en los Estados Unidos sugiere que podría estar reposicionándose en el radar de los electores. Tagle, a menudo llamado el «Francisco asiático», podría ser visto como un continuador de las reformas y la visión de Francisco, especialmente en relación con el papel de los laicos y la evangelización global.
Un prospecto interesante de Hispanoamérica es el cardenal Carlos Aguiar Retes, Primado de México y expresidente del CELAM, la conferencia episcopal de América Latina, quien ha desempeñado un papel clave en los asuntos de la región. De igual manera, destaca el cardenal Daniel Sturla Berhouet de Uruguay, cercano al Papa Francisco, aunque tomó distancia en relación con el documento del Vaticano sobre la bendición de parejas del mismo sexo publicado en diciembre pasado.
Finalmente, otro nombre relevante es el del cardenal español Cristóbal López Romero, cuyo liderazgo en la Arquidiócesis de Rabat, Marruecos, lo convierte en una intrigante figura multicultural, conectando África con el mundo hispanohablante.
El cardenal español Cristóbal López Romero resaltó en la rueda de prensa de esta semana la profundidad del itinerario sinodal, afirmando que «este sínodo es extraordinariamente enriquecedor.» Subrayó que la Iglesia aún está demasiado influenciada por Europa y Occidente, y que la Iglesia saldrá del Sínodo «más católica y universal». Por ejemplo, mencionó a un obispo africano de una diócesis con muchas vocaciones y bautismos, quien le reprochó a un obispo europeo intentar darle lecciones, «cuando sus iglesias estaban vacías».
López Romero destacó la importancia de la humildad en ambas regiones: «Los europeos debemos aprender a ser humildes, pero los africanos no deben presumir, porque el éxito no depende solo del número». Asimismo, subrayó la necesidad de trabajar juntos, con paciencia, recordando que «habrá avances y retrocesos, pero lo importante es enfrentar los problemas, no esconderlos bajo la alfombra».