Alimentos 'nootrópicos' para conseguir un plus de concentración natural

Sentarse delante de un libro y perder rápidamente la concentración o ponerse a estudiar y no ser capaz de memorizar el contenido es un mal común entre muchos estudiantes que recurren a compuestos naturales para activar los neurotransmisores. Los nootrópicos son un grupo diverso de sustancias medicinales cuya acción mejora el pensamiento, el aprendizaje y la memoria.

El término 'nootrópico' fue utilizado por primera vez por el Dr. Corneliu E. Giurgea en 1972 para describir algunas sustancias que activan principalmente funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje, especialmente en situaciones en las que estas funciones están deterioradas.

Su uso médico está vinculado a trastornos crónicos de la conciencia, la memoria y el aprendizaje como tratamientos de apoyo en pacientes con demencia senil, Alzheimer y enfermedad de Parkinson.

En un artículo reciente publicado en Nutrients, el Dr. Matej Malik, de la Universidad de Praga, explica que estas sustancias se «recomiendan para daños cerebrales incipientes, que se manifiestan con pérdida de memoria, retraso mental y cambios cualitativos en la conciencia».

El profesor, sin embargo, alerta sobre su empleo en estudiantes sanos: «El uso de nootrópicos por parte de personas sanas es motivo de gran preocupación debido a la falta de evidencia clínica sobre su eficacia, seguridad y consecuencias sociales, especialmente en el uso a largo plazo».

El efecto de estos nootrópicos, también conocidos como «drogas inteligentes» se pueden encontrar en algunos alimentos y bebidas sin llegar a contener estas sustancias, es decir, son alimentos que mejoran el rendimiento intelectual, ejercitan la agilidad mental y la memoria. Entre los alimentos que contienen propiedades 'nootrópicas' están el cacao, la canela, el café o el té verde.

Cacao

Judith Torrell, diplomada en nutrición Humana y Dietética, explica en Mapfre Salud que el cacao estimula el rendimiento intelectual debido a su contenido en flavonoides, potentes antioxidantes cerebrales. Sin embargo, «hay que tener en cuenta que el cacao debe estar presente en grandes concentraciones (mayores del 70 %) dentro de una tableta de chocolate ya que el efecto antioxidante y estimulante sólo se aplicará a chocolates puros con un alto contenido en cacao».

Café

El café, por su parte, tiene como compuesto activo la cafeína, cuyo efecto estimulante inhibe los receptores cerebrales de adenosina, sustancia que hace sentir cansancio. Por si todo esto fuera poco una investigación reciente de la Universidad de Tsukuba, en Japón, acaba de concluir que la trigonelina (TG), un alcaloide vegetal que se encuentra en el café mejora las funciones cognitivas lo que supone una mejora significativa en el aprendizaje espacial y el rendimiento de la memoria.

Canela

Diferentes estudios han demostrado que la canela y sus compuestos bioactivos pueden influir en la función cerebral. Un trabajo de un grupo internacional de científicos, publicado en la revista Nutritional Neuroscience, concluyó que la mayoría de los estudios realizados hasta ahora habían demostrado que la canela no solo es una buena fuente de hierro, calcio, fibra, vitaminas C y B1 y selenio además de antioxidante y antimicrobiano, sino que mejora significativamente la memoria y el aprendizaje. La doctora Kalipada Pahan comprobó que la canela actúa como una forma de liberación lenta de benzoato de sodio. Sus estudios de laboratorio muestran que diferentes compuestos dentro de la canela, incluido el cinamaldehído, que le da a la especia su sabor y aroma distintivos, se «metabolizan en benzoato de sodio en el hígado. El benzoato de sodio luego se convierte en el compuesto activo, que ingresa fácilmente al cerebro y estimula plasticidad del hipocampo».

Té verde

El té verde tiene una larga lista de posibles beneficios como la protección contra el cáncer, el desarrollo de una mejor función cerebral o la reducción de los niveles de azúcar en la sangre y la inflamación intestinal. Un estudio publicado en la revista Psychopharmacology, concluyó que las propiedades antioxidantes del té verde aumentan la conectividad entre la corteza frontal y parietal del cerebro, lo que podría mejorar las funciones cognitivas del cerebro.