Qué añadir al agua para lavar las fresas correctamente
En el medio ambiente puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos
En las últimas semanas, la entrada a España procedente de Marruecos de algún lote de fresas contaminadas con hepatitis A, que afortunadamente no llegaron a ponerse en el mercado, ha puesto en alerta a los consumidores. Desde la Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza (Interfresa) se asegura que la fresa española, producida mayoritariamente en la provincia de Huelva, «está sometida a los más estrictos requisitos sanitarios, de calidad y sostenibilidad».
Más allá de un problema puntual, en el medio ambiente puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos que en ocasiones pueden contaminar las frutas y verduras. Por este motivo es muy importante una manipulación adecuada antes de su consumo.
Cómo lavar las fresas
Lavarse bien las manos es el primer paso para evitar la transferencia de bacterias, ya sea los alimentos o a la superficie de la cocina.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) explica la mejor manera de lavar las fresas que puede aplicarse a otras frutas y verduras.
- Lavar bajo el chorro del grifo, aunque se vayan a pelar, pues así se evita que la contaminación pase del cuchillo al alimento.
- Usar cepillos específicos para las superficies de las frutas de cáscara dura (melón, sandía) o algunas verduras (pepino, calabacín).
- Secar con papel de cocina.
- Además, si se va a comer fruta cruda con piel, verdura cruda (lechuga, espinacas) o verdura cruda con piel (pepino), se han de sumergir durante 5 minutos en agua potable con 1 cucharita de postre de lejía (4,5 ml) por cada 3 litros de agua. La lejía debe estar etiquetada como apta para la desinfección de agua de bebida.
- Después, deben aclararse con abundante agua corriente.