La razón por la que es imprescindible abrazar a tu hijo adolescente
Guiar a los adolescentes a través de este intrincado periodo de desarrollo es un auténtico reto para los padres
Tener un hijo adolescente es todo un reto para una familia. Las rabietas de la infancia se quedan en nada en comparación con los conflictos familiares que surgen entre padres e hijos al llegar a los 13 o 14 años. A los cambios físicos se unen los psíquicos y sociales: cuestionan a los adultos, los límites o las reglas en ese camino necesario hacia la edad adulta. Se desarrolla una percepción de quién es uno y se aprende a intimar con personas distintas de los miembros de la familia.
Guiar a los adolescentes a través de este intrincado periodo de desarrollo es un auténtico reto para los padres. Pero ¿existe una fórmula mágica?
Un estudio llevado a cabo en EE.UU. concluye que los padres que mantienen una crianza y una participación positiva con sus hijos sentaron las bases para una relación cercana cuando sus adolescentes se convirtieron en adultos.
Greg Fosco, profesor de desarrollo humano y estudios familiares del Centro de Investigación de Prevención Edna Bennett Pierce en Penn State, e investigador principal, asegura que el estudio es uno de los primeros en examinar cómo los cambios en la participación de los padres, su calidez y la disciplina efectiva durante la adolescencia predicen la calidad de las relaciones entre los padres y sus hijos adultos jóvenes.
El desafío del adolescente
En el estudio, publicado recientemente en Developmental Psychology, un equipo de investigación encuestó a 1.631 participantes de familias de áreas rurales y semirrurales de Pensilvania e Iowa con hijos con edades comprendidas los entre 11 y los 16 años. Pasado el tiempo, cuando tenían 22 años, repitieron las encuestas.
Los padres mantuvieron una crianza positivas sentaron las bases para una relación cercana cuando sus hijos adolescentes se convirtieron en adultos»
Cuando los hijos llegan a la adolescencia, a menudo los padres expresan menos calidez y afecto, pasan menos tiempo con sus hijos adolescentes y se vuelven más duros en su disciplina. De esta forma mantenerse involucrado en la vida del adolescentes y permanecer cerca de ellos mientras buscan una mayor independencia y autonomía es todo un desafío, sin embargo, el profesor de Desarrollo Humano y Estudios Familiares afirma que, a pesar de que la crianza en estos años es difícil y diferente, «nuestra investigación muestra que los padres que pudieron mantener una crianza y una participación positivas sentaron las bases para una relación cercana cuando sus hijos adolescentes se convirtieron en adultos», aseguró Fosco.
La importancia de decir 'Te quiero'
Aquellos que experimentaron niveles más altos de calidez de los padres en los primeros años de la adolescencia aseguraron sentir más cercanía y calidez con sus madres y padres cuando tenían 20 años. «Este es un gran recordatorio para decir las cosas importantes de la vida, como 'te quiero' o 'me preocupo por ti', o expresiones físicas como un abrazo o una palmada en la espalda», afirma Fosco.
Por su parte, Shichen Fang, del Departamento de Psicología de la Universidad de Concordia, declara: «Los padres deben evitar los castigos excesivos y los gritos a sus hijos adolescentes, y trabajar para mantener la calma y ser constantes en el cumplimiento de las reglas familiares», y añade: «Los adolescentes quieren sentirse respetados y tratados como adultos. Es importante establecer razones claras para las reglas familiares y sus consecuencias».
Potenciar vínculos
Con base en los hallazgos del estudio, los profesores sugieren actividades en familia para potenciar el vínculo padre/madre-hijo/hija:
- Hacer algo juntos, practicar deportes, montar en bicicleta, hacer ejercicio, caminar, cocinar, asistir a eventos o salir a tomar un postre.
- Trabajar en un proyecto de la casa.
- Hablar sobre lo que está pasando en el colegio
- Discutir lo que quiere hacer en el futuro.