Sanidad aplaza la cuarta dosis a los mayores de 80 años a pesar del aumento de casos

Hasta la fecha, más de seis millones españoles mayores de 70 años han recibido la dosis de recuerdo. Desde que comenzó la campaña de vacunación de la tercera dosis en España han pasado casi seis meses, el tiempo suficiente para que eficacia de la vacuna disminuya, por lo que ahora es competencia del Gobierno decidir si se inocularán la siguiente dosis.

Europa ha señalado a Francia y a España como uno de los principales países de la Unión que más casos entre personas mayores de 65 años ha reportado. Por ello, la Agencia Europea del Medicamento (EMA), junto al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) han recomendado una cuarta dosis para solo los mayores de 80 años y la población más vulnerable.

Actualmente, solo hay nueve países en Europa (Chipre, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Irlanda, Holanda y Suecia) que recomiendan la administración de la cuarta dosis a sus habitantes más vulnerables. Israel, Canadá y Estados Unidos siguen la misma línea.

En España la inoculación de la cuarta dosis se ha estancado, ya que solo están llamados a la vacunación las personas con cáncer, que tengan Síndrome de Down o que tengan que tomar fármacos inmunosupresores. Los mayores de 80 años, a pesar de ser personas de riesgo por la edad, aún no han recibido la dosis que les corresponde, ¿la razón? Sanidad aún no ha decidido qué hacer.

Mayor incidencia en los mayores de 80 años

Según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, dirigido por Carolina Darias, la población mayor de 80 años es la comunidad con mayor incidencia acumulada por 100.000 habitantes.

Asturias (1.493,70), Canarias (1.050,82), Cantabria (1.041,41), Castilla y León (1.283,43), Extremadura (1.160,27), Galicia (1.394,03), Murcia (1.017,46) y Navarra (1.492,14) son las comunidades autónomas con mayor número de incidencia, lo que suma un total de 796,28 casos por 100.000 habitantes en este grupo de edad.

El Mundo ha tenido acceso al borrador de la Ponencia de Vacunas, donde señalan tres inconvenientes para poder administrar la segunda dosis de recuerdo: la fatiga pandémica, un impacto menor de esta nueva dosis, la sobrecarga al sistema sanitario y esperar a otoño por una posible estacionalidad del virus.

Lo han recogido así en el documento: «Efecto en la confianza y cobertura; posibilidad de tolerancia del sistema inmune (menor respuesta a intervalos más cortos, y a mayor número de dosis) que podría traducirse en menor efectividad de forma progresiva de las dosis de recuerdo sucesivas; coste de la administración de esta segunda dosis de recuerdo, sobre todo en términos de sobrecarga del sistema sanitario que deberá dedicar recursos a la vacunación; no hay evidencia clara de la estacionalización de la covid, los virus respiratorios circulan más y causan más patología en otoño e invierno. Por ello, es altamente probable que, para prevenir enfermedad grave, sea conveniente administrar una dosis de recuerdo en otoño».