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Identificar los primeros síntomas del ictus, clave para controlar sus secuelasGTRES

Día Mundial del Cerebro

Estos son los síntomas de un ictus: es vital detectarlo durante las cuatro primeras horas

Identificar los primeros síntomas del ictus, clave para controlar sus secuelas

El 22 de julio, con motivo del Día Mundial del Cerebro, una fecha promovida por la World Federation of Neurology (WFN), la Sociedad Española de Neurología quiere alertar sobre los primeros síntomas del ictus una enfermedad que afectará a una de cada seis personas a lo largo de su vida, y de ellas el 50 por ciento quedarán con secuelas o fallecerán por esta causa. El ictus o accidente cerebrovascular es un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro. Existen dos tipos: el ictus isquémico o infarto cerebral, en el que se produce la interrupción en una arteria que irriga al cerebro el flujo sanguíneo, y el ictus hemorrágico, que sería cuando se produce una rotura de una de estas arterias cerebrales.

La doctora Belinda Matute Tobías, neuróloga del Hospital Viamed Los Manzanos, ha recordado que identificar los primeros síntomas del ictus cuanto antes es clave para controlar sus secuelas. Actualmente, unos 300.000 españoles presentan alguna limitación funcional por haber padecido un ictus, informa Ep.

«El tiempo desde el inicio de los síntomas hasta el inicio del tratamiento va a ser vital para determinar qué tipo de tratamiento se aplica. La rapidez en la administración del tratamiento condicionará, además, la severidad de las lesiones producidas por el ictus y la gravedad de las secuelas», explica la doctora Belinda Matute Tobías, neuróloga del Hospital Viamed Los Manzanos.

«Cuanto antes mejor», reitera la neuróloga, «ya que puede reducir a la mitad la probabilidad de fallecimiento o discapacidad severa». «En las cuatro o cinco horas siguientes a la instauración del ictus», explica, «las neuronas permanecen en un estado de penumbra isquémica. Si logramos reestablecer el flujo cerebral antes de que las neuronas hayan muerto, las secuelas serán mucho menores o incluso inexistentes».

Síntomas de un ictus

Desde el momento en que se produce el accidente cerebrovascular aparecen una serie de síntomas, generalmente de forma brusca, que alertan de lo que está ocurriendo y que es muy importante identificar cuanto antes:

Somnolencia, cansancio y dolor de cabeza

Somnolencia, cansancio y dolor de cabeza, que puede ser intenso y aparecer de forma súbita. También es posible que este último vaya acompañado de mareos y vómitos.

Pérdida o disminución del nivel de conciencia

Pérdida o disminución del nivel de conciencia. Esto puede ir parejo de la dificultad para hablar y para comprender el habla: episodios de confusión y problemas para articular palabras, enlazar ideas y para entender el lenguaje.

Parálisis o entumecimiento en cara, brazos o piernas

Parálisis o entumecimiento en cara, brazos o piernas. La debilidad o en entumecimiento puede aparecer de forma repentina. Además, suele darse sobre todo en un lado del cuerpo, de tal forma que se quede paralizada la mitad de la cara o no se pueda mantener levantado uno de los dos brazos.

Pérdida de fuerza, sensibilidad o equilibrio

Pérdida de fuerza, sensibilidad o equilibrio que puede provocar mareos y tropiezos, así como dificultades para coordinar movimientos o para caminar.

Cambios de comportamiento

Cambios de comportamiento, que serán de una manera u otra según en qué hemisferio del cerebro tenga lugar el accidente. Si ha habido un derrame en el lado izquierdo, el comportamiento tiende a ser prudente y lento, mientras que si este ha ocurrido en el derecho, la forma de actuar será inquisitiva y rápida.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo que desencadenan un ictus, como explica la neuróloga, son el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la hipercolesterolemia, el sedentarismo y el consumo de drogas, junto a determinadas enfermedades cardiológicas y hematológicas.

Si bien existen factores que no se pueden controlar (edad, sexo, historia clínica familiar), puntualiza la neuróloga, «la mayor parte de los factores que aumentan el riesgo de sufrir un ictus pueden ser tratados o modificados».

A la hora de hablar de prevención, la neuróloga considera necesario no perder de vista que el 90% de los casos de ictus se puede evitar con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable.

«No fumar, seguir la dieta mediterránea, hacer ejercicio físico regular, mantener un control estricto de factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia», concluye Matute.

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