Cáncer de páncreas: descubren cómo el tumor escapa a las terapias
Se abren nuevas posibilidades de tratamiento para un tipo de tumor que generalmente no responde a las terapias existentes
El cáncer de páncreas afecta aproximadamente a 500.000 personas en todo el mundo cada año. A pesar de ser el decimocuarto cáncer más común por incidencia, hoy lamentablemente es la séptima causa de muerte relacionada con el cáncer. La tasa de supervivencia a 5 años es inferior al 10 % y se limita principalmente a pacientes elegibles para cirugía (alrededor del 20-30 % del total).
Científicos italianos de la Università Cattolica de Roma acaban de descubrir un importante mecanismo genético que emplean las células del cáncer de páncreas para evadir las terapias, allanando el camino hacia nuevos fármacos para una enfermedad mortal. El tumor evade los tratamientos implementando una «reorganización genética favorable», jugando estratégicamente sus mejores cartas para frustrar las curas.
Este hallazgo es el resultado de un estudio publicado en la revista Cell Reports Medicine, coordinado por Claudio Sette, profesor de Anatomía Humana de la Universidad Católica y director de la Instalación de Organoides del Policlínico Universitario A. Gemelli IRCCS.
«Hemos descubierto un mecanismo basado en la regulación de los ARN mensajeros que contribuye a la resistencia a la quimioterapia», explica Sette. «Ya existen medicamentos dirigidos al ARN, utilizados con otras indicaciones médicas, para contrarrestar este tipo de regulación. Estos medicamentos podrían potencialmente desarrollarse como agentes antitumorales para pacientes resistentes».
«Al comparar tumores de páncreas de diferentes subtipos», explica el profesor Sette, «observamos que el cáncer resistente a la terapia está asociado con una regulación de empalme específica, que conduce a la síntesis de proteínas asociadas con la resistencia a las quimioterapias. Nuestro estudio, también ha identificado un regulador de empalme llamado 'Quaking' que se expresa en tumores pancreáticos más agresivos y promueve la síntesis de proteínas que confieren quimiorresistencia».
Ya existen fármacos reguladores del empalme que podrían emplearse potencialmente para este tipo de cáncer; incluidas terapias para eventos de empalme individuales, como el fármaco nusinersen que se utiliza actualmente en la atrofia muscular espinal.
«Nuestro descubrimiento abre nuevas posibilidades de tratamiento para un tipo de tumor que generalmente no responde a las terapias existentes», concluye el profesor.