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Las cefaleas más frecuentes son la migraña, la cefalea tensional y la cefalea en racimosGTRES

Día Internacional de la Cefalea en Racimos

Cefaleas: ¿de qué tipo es mi dolor de cabeza?

Las más frecuentes son la migraña, la cefalea tensional y la cefalea en racimos

Los dolores de cabeza o cefaleas son la primera causa de discapacidad entre los 16 y los 49 años y el primer motivo de consulta en los servicios de Neurología. Las cefaleas son dolores de cabeza recurrentes que pueden variar en intensidad y duración, y constituyen el más habitual de los síntomas de la patología neurológica. Se caracterizan por afectar a la cabeza o el cuello y pueden presentarse como distintas entidades clínicas: migraña, cefalea tensional y cefalea en racimos, como las más frecuentes.

Cómo identificar el tipo de cefalea

cefaleas tensionales

En el caso de las cefaleas tensionales, los episodios de dolor, ya sea leve o moderado, generan una sensación de presión en la cabeza. Se caracteriza por tener una duración que puede ir de entre 30 minutos a 7 días, por lo que afecta a la vida diaria del paciente. Es una cefalea primaria, es decir, que no se debe a ninguna lesión del sistema nervioso. El dolor afecta a los dos lados de la cabeza, tiene una intensidad de leve a moderada, no se ve agravado con la actividad física habitual (como puede ser andar o subir o bajar escaleras) y no va acompañado de náuseas y vómitos

migrañas

Las migrañas se caracterizan por episodios repetidos de dolor intenso que pueden perpetuarse a lo largo de varios días, y a menudo se preceden de manifestaciones visuales y se acompañan de síntomas como náuseas, vómitos e intolerancia a la luz y al ruido. Todos estos síntomas pueden afectar la calidad de vida y la productividad de una persona. Se cree que son originadas, entre otras causas, por cambios en la actividad cerebral y la alteración de los vasos sanguíneos en el cerebro. Los médicos recomiendan seguir una rutina tanto en alimentación como de ejercicio para mejorar los síntomas.

cefaleas en racimos

Las cefaleas en racimos son menos frecuentes, pero de dolor extremo de corta duración (menos de 3 horas), con episodios repetidos diariamente durante uno o dos meses al año seguidos por un periodo libre de dolores que dura meses a años.

Las cefaleas en racimos pueden despertar a las personas del sueño y causan un dolor intenso en la sien o alrededor de un ojo, en un lado de la cabeza. Normalmente se acompaña de congestión nasal, párpado caído, lagrimeo y rubor en la cara. Estas cefaleas suelen aparecer con regularidad durante un periodo de 1 a 3 meses,

Cómo se diagnostican

Se calcula que el 50 % de la población experimenta algún tipo de cefalea al menos una vez al año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por tanto, no solo son un síntoma clínico más o menos molesto, si no que producen una alta secuencia de trastornos en el ámbito laboral, familiar y personal. Igualmente, afectan negativamente en muchas ocasiones a la vida diaria de los pacientes, debido al dolor, la frecuencia y duración de los episodios, o las limitaciones que genera tanto en el descanso como en la vida social.

Según explican expertos de Sanitas, la clave para lograr solucionar las cefaleas es llegar al diagnóstico exacto del tipo de dolor de cabeza, ya que puede tener múltiples causas. En este proceso es crucial la experiencia del neurólogo, con el objetivo de garantizar un diagnóstico preciso, un tratamiento efectivo y una mejora en la calidad de vida del paciente. Además, una Unidad de Cefaleas es esencial porque el dolor de cabeza es la patología neurológica en la que más se «automedican» los pacientes, lo que “provoca en muchos casos abuso de fármacos y efecto rebote sobre la causa dolorosa, explican las coordinadoras de la Unidad de Cefaléas del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, las doctoras María Blanco y Maite Ainhoa Beistegui Sagasti.

Abordaje de las cefaleas

Debido a sus múltiples etiologías, lo más importante en la evaluación de un paciente con cefalea es la descripción de los síntomas: dónde y cómo duele, duración del dolor, momento del día en que aparece, etc. «También si se acompaña de otros síntomas: si la luz, los sonidos o los olores resultan incómodos, si el movimiento de la cabeza empeora el dolor, náuseas, vómitos, enrojecimiento ocular, congestión nasal, alteraciones visuales o de la sensibilidad en una parte del cuerpo o problemas de movilidad», añaden las expertas de la Unidad, que está dirigida por el Dr. Ventura Anciones, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela.

Con todos los datos que aporte el paciente, así como la observación de síntomas y signos en la consulta, los neurólogos realizarán una exploración física y neurológica detallada. Una vez identificada la causa, emitirán un juicio diagnóstico, se instaurará el tratamiento farmacológico más adecuado y los controles periódicos para conseguir erradicar el dolor.

«El abordaje de las cefaleas es importante para identificar posibles causas subyacentes, ofrecer tratamientos específicos y prevenir complicaciones a largo plazo. De hecho, si alguien experimenta cefaleas de manera recurrente o inusual es recomendable buscar la opinión de un especialista en cefaleas para recibir un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado», concluyen las Dras. Blanco y Beistegui Sagasti.

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