Día Mundial de la Hipertensión Cómo controlar la presión arterial cuando la medicación no es suficiente
La denervación o ablación renal es una nueva técnica para el tratamiento de la hipertensión arterial más resistente
La hipertensión arterial (HTA) se define cuando la presión con la que circula la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta. En España, es la patología crónica más frecuente, y afecta a más de un 42 % de los españoles mayores de 18 años. Sin embargo, y pese a esta alta prevalencia, se calcula que el 74 % de los pacientes bajo tratamiento farmacológico no logra regular su enfermedad. Los expertos afirman que es esencial el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas que ofrecer a los pacientes.
El Dr. Eduardo Molina, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Virgen de las Nieves en Granada, explica: «Contar con nuevas opciones de tratamiento para la HTA es fundamental, ya que esta patología obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre, pudiendo derivar en problemas cardiacos. De hecho, es una de las principales causas de muerte prematura en España» ha declarado.
En este sentido, añade el especialista, la denervación renal (DNR) por radiofrecuencia (RF) «es una opción de tratamiento complementaria a las terapias existentes en el tratamiento de la hipertensión no controlada segura y eficaz.»
Esta innovadora terapia puede suponer un antes y un después en pacientes que no logran manejar su hipertensión con terapia farmacológica, o que presentan resistencia a la misma. Según datos de un reciente estudio desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud (SNS), la DNR por radiofrecuencia es una alternativa coste-efectiva frente al tratamiento convencional en pacientes con hipertensión no controlada, que puede asociarse a una reducción sustancial de los eventos clínicos como infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardiaca o enfermedad renal terminal.
Un enfoque multidisciplinar
La hipertensión está asociada a diversas complicaciones. Una de sus principales consecuencias son los problemas renales, debido a que la presión elevada en los vasos sanguíneos de los riñones provoca que se dañen y se produzcan fallos su función, alterando la eliminación de desechos y el exceso de líquido del cuerpo.
Según explica el Dr. José Antonio Donaire, nefrólogo, responsable de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Hipertensión y Riesgo Vascular, «los síntomas de los problemas renales causados por la HTA no se manifiestan hasta que está avanzada la patología. Por ello, es esencial realizar un correcto seguimiento del paciente desde diferentes especialidades, ya que el mal funcionamiento de los riñones puede ser origen del problema o sufridores de las consecuencias de la hipertensión, entrando en un ciclo peligroso para el paciente».
Por ello, «es esencial contar con diferentes opciones terapéuticas que nos permitan personalizar el tratamiento para cada paciente y momento de la patología», remarca el especialista. La DNR por radiofrecuencia, además de ayudar a evitar la progresión de la patología, también ha mostrado disminuir la frecuencia de las complicaciones y comorbilidades asociadas a la hipertensión arterial, según un estudio recientemente realizado en nuestro país.
Menos fármacos
Más allá de mejorar el control de la presión arterial, este sistema podría contribuir, al disminuir significativamente el tratamiento farmacológico, a facilitar la monitorización ambulatoria de la HTA, disminuyendo la necesidad de acudir presencialmente al Hospital y contribuyendo a optimizar la labor del equipo médico y a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus allegados.
En qué consiste la denervación renal
Se realiza introduciendo un catéter por el brazo o la ingle hasta alcanzar las arterias renales. Dicho catéter emite calor de hasta 40-50 grados (emitiendo radiofrecuencia) y desactiva una serie de redecillas nerviosas (denervación renal de nervios simpáticos) que ocasionan hipertensión arterial.
Este procedimiento, según explican expertos de Quirónsalud, se realiza con sedación, y el paciente debe permanecer un día ingresado en el centro durante el cual se monitorizará el resultado y la supresión de parte del tratamiento.
Según los estudios realizados, a los tres años de la intervención la mayoría de los pacientes han reducido de forma espectacular la presión arterial y han podido suprimir el uso de dos o tres fármacos que tomaban para controlar la hipertensión arterial.