El riesgo para la salud de abusar de ibuprofeno, aspirina o Enantyum
Si se toman regularmente o en grandes cantidades pueden provocar hemorragias y problemas de estómago, riñón o corazón
En los botiquines de los hogares españoles es frecuente encontrar medicamentos para bajar la fiebre, la inflamación y alivian el dolor de cabeza, de muelas, cervical o de espalda. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) –ya sean genéricos o con marca– como la aspirina, el ibuprofeno, naproxeno, Enantyum o Voltarén son los más conocidos y usados. Pero, ¿se pueden usar siempre que se tiene dolor o fiebre?
Los expertos aseguran que estos fármacos no están exentos de efectos secundarios y pueden empeorar los síntomas de ciertas enfermedades. De hecho, si se toman regularmente o en grandes cantidades, pueden provocar hemorragias y problemas de estómago, riñón o corazón.
Una investigación de la Universidad Semmelweis (Budapest, Hungría), publicada en la revista Pharmacology & Therapeutics, explica que estos fármacos pueden dañar la composición de la microbiota intestinal, lo que podría afectar negativamente a las enfermedades subyacentes de los pacientes.
El Dr. Zoltán Zádori, profesor de la Universidad Semmelweis, explica que «sabemos desde hace mucho tiempo que el uso excesivo de medicamentos antiinflamatorios no esteroides puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal».
Algunas enfermedades, como la inflamación crónica de las articulaciones que afecta a la columna y las extremidades o la artritis reumatoide, están asociadas con un desequilibrio en la microbiota intestinal y un crecimiento excesivo de ciertas bacterias, que están relacionadas con el desarrollo y el empeoramiento de estas enfermedades, afirma el Dr. Zádori.
«Descubrimos que estas desviaciones bacterianas son similares a las causadas por los AINE. Esto plantea la posibilidad de que la disbiosis intestinal inducida por fármacos pueda empeorar las enfermedades subyacentes y limitar el efecto terapéutico de los fármacos antiinflamatorios no esteroides a largo plazo», añade el Dr. Zádori. Sin embargo, dado que todos estos procesos interactúan, es difícil identificar la causa original.
Cómo afecta la microbiota
La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la regulación del cuerpo, incluido el equilibrio de los niveles de azúcar y energía, ayudando al sistema inmunológico y regulando la sensibilidad y el movimiento de la pared intestinal. Por tanto, un desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir al desarrollo de diversas enfermedades, incluido el síndrome del intestino irritable, trastornos hormonales, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y psiquiátricas. Generalmente, un estilo de vida saludable puede mejorar la salud intestinal, eligiendo una dieta adecuada y haciendo ejercicio.
El Dr. Zádori afirma que no hay ninguna regla que sirva para todos con respecto al umbral seguro de ingesta de AINE y la salud intestinal. Existen diferencias individuales significativas en la sensibilidad a los AINE, en parte porque la composición de la microbiota intestinal depende en gran medida de otros factores, como la edad, el estilo de vida y el estado de salud del paciente.