El 80 % de la población presenta dolor lumbar en algún momento de su vida

Los osteópatas buscan restaurar el equilibrio y la funcionalidad del cuerpoHealthway Institut

¿Qué trata un osteópata? ¿Puede ser la solución al dolor de espalda?

El 80 % de la población presenta dolor lumbar en algún momento de su vida

El dolor lumbar es el primer motivo de consulta en Atención Primaria, el 80 % de la población presenta dolor lumbar en algún momento de su vida, es la segunda causa de absentismo laboral y la primera de incapacidad en mayores de 40 años, el 90 % se resuelve en un plazo de 6 semanas y un 5 % se resuelve en un plazo de 12 semanas.

El dolor lumbar o lumbalgia es un dolor de espalda baja. La columna vertebral está formada por 4 curvas en el plano lateral: sacra, lumbar, dorsal y cervical que hacen aumentar la resistencia de la columna a las fuerzas de compresión axial como la gravedad.

Osteópatas de Healthway Institut explican que tratan 'disfunciones somáticas' lo que corresponde a una disparidad tridimensional de movilidad, es decir, lo que ha dejado de funcionar bien, de un elemento sea cual sea del cuerpo humano como sería una vértebra. «Lo que no se mueve o ha perdido dicha capacidad de cualquier parte del cuerpo, nosotros lo hacemos mover, somos activadores de movilidad», afirman.

El ejemplo es la lumbalgia provocada por un mal gesto, una postura mantenida en el trabajo, gesto repetitivo deportivo o laboral, impacto posterior en el coche, por una hernia discal y un largo etc. que tras llevar semanas de reposo, antiinflamatorios y relajantes musculares sin clara mejoría, vienen al osteópata y este rearmoniza su movilidad articular vertebral, más ejercicios de estiramiento y reforzamiento muscular y el paciente mejora tras varias sesiones.

¿Cuándo se produce la lumbalgia?

La primera causa del dolor de espalda es el sedentarismo. Al estar sentados durante mucho tiempo sobrecarga las articulaciones de las vértebras lumbares, así como al estar en una mala postura de forma mantenida deshidrata el disco que hay entre vértebra y vértebra, pudiendo llegar a una hernia o protrusión discal por falta de movimiento en la zona. También provoca acortamiento de toda la musculatura de la cadena posterior, de toda la musculatura de detrás de las piernas que reduce la flexibilidad de la pelvis y de la espalda en general.

El cuerpo ha evolucionado para moverse. Con el movimiento las articulaciones se lubrifican generando un líquido llamado líquido sinovial que se encarga de lubrificar nuestras articulaciones, pero si no hay movimiento no se genera y nuestros cartílagos se van secando y generando artrosis, que se manifiesta con molestias o dolor de espalda: la lumbalgia. Si no se trata de inicio puede llegar a convertirse en hernia discal.

La hernia discal lumbar se genera mayoritariamente por el sedentarismo, el sobrepeso o por postura mantenida que hace que todo el peso recaiga en la zona final de la columna: el hueso sacro y la última vértebra lumbar generando una presión en esta zona comprimiendo el disco más de lo que le tocaría. El disco actúa como una almohadilla entre vértebras y como explicaba antes, se deshidrata por falta de movilidad, no se lubrifica y se va secando o rompiendo terminando con una deshidratación discal o hernia discal

¿Cómo tratar la lumbalgia?

El tratamiento de una lumbalgia con osteopatía consiste en generar movilidad donde no la hay liberando la tensión de toda la columna, ya que la pérdida de movilidad en la zona lumbar siempre afectará al global de la columna vertebral. Es por el hecho de tratar este tipo de dolencia que es conocido mayoritariamente al osteópata.

El abordaje terapéutico del osteópata con las, mal llamadas, manipulaciones vertebrales son de gran eficacia siempre y cuando se utilicen tras un estudio exhaustivo anátomoneuro- fisiológico global del individuo y de su biomecánica vertebral; utilizándose para ello, exploraciones complementarias como la RX o R.N.M y una anamnesis previa, combinándolas con diferentes técnicas, todas indoloras y nada bruscas. En todos los casos, el osteópata le marcará el número de sesiones, ya que si bien la mejoría se nota de forma inmediata desde el primer día, el dolor puede durar varios días o semanas, sobre todo si la zona está muy afectada.

Además, siempre recomendamos ejercicios específicos y personalizados para ganar flexibilidad entre vértebra y vertebra, ganar espacio entre discos y protección muscular de la zona afectada. El uso de fajas tiene que ser muy puntual en casos muy agudos, artrosis o degeneraciones importantes, o para momentos puntuales en el trabajo si se tienen que hacer esfuerzos.

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