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El volcán de Cumbre Vieja visto desde la localidad de El Paso, en La PalmaEFE

La Palma

El cono del volcán tiene unos 200 metros y la altura final dependerá de la duración de erupción

En cuanto a la forma del volcán, dependiendo de la composición química de la lava, y de la explosividad, se pueden generar volcanes con laderas poco inclinadas o muy inclinadas

La formación del cono del volcán Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, que comenzó el pasado 19 de septiembre, tiene en la actualidad unos 200 metros y la altura final dependerá de la duración del fenómeno o el tipo de material expulsado.

Según ha informado Meteored, un volcán puede crecer mucho en altura, alcanzando incluso miles de metros, pero estas altitudes se consiguen con mucho tiempo gracias a la estratificación de nuevas erupciones sobre las más antiguas.

En este sentido, destaca el pico del Teide que tiene 3.718 metros sobre el nivel del mar, mientras que para hacer una hipótesis sobre la posible altura futura del cono de La Palma habría que considerar muchos parámetros, como la duración de la erupción o el tipo de materiales emitidos.

En cuanto a la forma del volcán, dependiendo de la composición química de la lava, y de la explosividad, se pueden generar volcanes con laderas poco inclinadas u otros con laderas muy inclinadas. En este último caso se genera un cono, que se forma por la alternancia de coladas de lava solidificadas y material piroclástico que ha caído.

Por su parte, el geólogo de Meteored, Lorenzo Pasqualini, ha señalado que lava que emite el volcán es un aspecto a considerar cuando se evalúa el peligro, ya que cuando alcanza un centro habitado, «la destrucción es máxima y prácticamente irreversible».

Además, este material tardará siglos en ser erosionado y volver a tener una morfología habitable, durante mucho tiempo se quedará un territorio de «malpaís».

En el caso de La Palma, la lava ha tenido características distintas a lo largo de este primer mes de erupción. Al principio era de tipo viscoso, y así las coladas se caracterizaban por ser lentas, pero luego se han observado coladas lávicas bastante más rápidas, debido al aporte de lava más fluida. También hay que considerar que, a medida que la lava va alejándose de la boca eruptiva, se va enfriando y se vuelve más viscosa y lenta.

Asimismo, la parte más superficial de una colada de lava puede solidificarse por el contacto con el aire más frío y, mientras tanto, en profundidad continuar fluyendo, formándose los denominados «túneles de lava», que en ocasiones pueden alcanzar varios kilómetros de longitud.

Finalmente, Meteored ha apuntado que a pesar de que la erupción de La Palma se ha convertido en la mayor catástrofe volcánica en Europa de las últimas décadas, destruyendo miles de viviendas y dejando sin techo a miles de personas, respecto a otros fenómenos volcánicos, la lava suele ser en general menos peligrosa para las vidas humanas porque deja tiempo a las personas para huir, dejar sus pertenencias y ponerse a salvo.