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El secuestro, violación y asesinato de Sarah Everard este año a manos de un agente de policía, conmocionó a la sociedad británica

El secuestro, violación y asesinato de Sarah Everard este año a manos de un agente de policía, conmocionó a la sociedad británicaGTRES

Inglaterra y Gales registran el mayor número de violaciones de su historia

El repunte de casos se debe al impacto social del secuestro, violación y asesinato de Sarah Everard, en un año en el que se han registrado 61.158 delitos hasta junio de 2021, en medio del debate nacional sobre la seguridad de las mujeres  

El secuestro, violación y asesinato de Sarah Everard este año a manos de un agente de policía, en plena pandemia y todavía con las restricciones por el covid, conmocionó a la sociedad británica.

Según cifras oficiales, con un total de 61.158 casos en el año que terminó en junio de 2021, Inglaterra y Gales experimentaron su número más alto de delitos de violación de la historia y el segundo en delitos sexuales. La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS por sus siglas en inglés) declaró que los delitos sexuales registrados aumentaron en un 8 %, a pesar de que las restricciones por el covid y seguramente alentadas las víctimas por los casos recientes en su país. 

Las cifras indican el mayor número de delitos de violación (61.158) registrados en un período de 12 meses, impulsado por la cifra trimestral más alta (17.285) entre abril y junio de 2021 y además viene unido al aumento de delitos sexuales, siendo el segundo mayor registro de su historia (164.763) en un período de 12 meses, impulsado por la cifra trimestral más alta (48.553) entre abril y junio de 2021. Los delitos de violación supusieron un 37 % de todas las agresiones sexuales de las que tiene conciencia la policía.

Por el delito cometido sobre Sarah Everard, el policía británico, Wayne Couzens, fue condenado a cadena perpetua por la violación y asesinato de la joven londinense, pero desató un debate sobre la seguridad de las mujeres y la actuación policial. El juez del caso, Adrian Fulford dijo que el asesinato se produjo en «circunstancias especialmente brutales, trágicas y devastadoras», al anunciar la sentencia contra el policía, de 48 años, que durante el resto de su vida no podrá optar a la libertad condicional salvo por motivos humanitarios excepcionales.

Todo ello ha despertado en la sociedad inglesa y galesa una conciencia común para denunciar este tipo de delitos que sufren mayoritariamente mujeres, pero también algunos hombres. Todo ello en un país donde menos de una de cada seis víctimas de violación o asalto con penetración llegan a denunciar los hechos, como indican las estadísticas policiales. Como indica Nick Stripe, jefe de estadísticas delictivas de la ONS, dijo que se debe tener precaución al interpretar las cifras. 

Escribió en Twitter que «el aumento podría deberse a un aumento en la denuncia de víctimas a medida que se alivian los cierres, un aumento en el número de víctimas o un aumento en la disposición de las víctimas a denunciar incidentes, posiblemente como resultado de casos y campañas de alto perfil en los últimos tiempos».

Los delitos de violación supusieron un 37% de todas las agresiones sexuales de las que tiene conciencia la policía

Los delitos de violación supusieron un 37 % de todas las agresiones sexuales de las que tiene conciencia la policíaGTRES

Miles de casos sin resolver

En marzo de este año la policía londinense publicó un comunicado donde afirmaba que estaba investigando multitud de casos después de que un sitio web publicara miles de testimonios de abusos, acoso y agresiones sexuales en escuelas británicas, incluidas algunas prestigiosas instituciones privadas de Londres.

El sitio web Everyone's Invited (Todo el mundo está invitado, en español) permite a los jóvenes británicos compartir de forma anónima las agresiones que han sufrido, sobre todo durante su escolarización. Fue lanzado en junio de 2020, en plena pandemia, por una estudiante de 22 años, y el sitio cuenta ahora con más de 54.046 testimonios que implican a numerosas instituciones educativas, incluidas algunas escuelas privadas de prestigio, como el Eton College.

Disculpas del Gobierno

En junio de este año el déficit en el castigo a agresiones sexuales en Inglaterra y Gales fue reconocido por la ministra británica del Interior, Priti Patel, y el titular de Justicia, Robert Buckland, en una carta que precedía a un informe del Ejecutivo conservador que señalaba una caída del 47 % en las condenas por violencia sexual en adultos en los últimos cinco años.

Según el estudio, el sistema británico deja sin condena cada año a «decenas de miles» de víctimas de violación, que «no reciben la justicia que merecen» debido a las trabas que encuentran a la hora de denunciar su caso ante los tribunales. En ella, Robert Buckland decía que lo sentía y que debían hacerlo mucho mejor.

La investigación estimó que cada año unas 128.000 personas, la mayoría mujeres, son víctimas de violencia sexual, de las cuales 43.000 reportan el crimen a la Policía y solo unas 2.000 logran que se condene al agresor, lo que representa un 1,6 % del total de casos.

En verano, los británicos se despertaron con el arresto del defensor internacional francés del Manchester City, Benjamin Mendy, de 27 años, acusado de cuatro violaciones y una agresión sexual, que habrían tenido lugar entre octubre de 2020 y agosto de 2021, como anunció la policía inglesa.

Otro sonado caso en los medios ingleses fue el ocurrido en septiembre de este año, con la muerte de Sabina Nessa, que se produjo seis meses después que el Reino Unido quedara conmocionado por la violación y asesinato de Sarah Everard, algo que volvió a despertar la polémica y donde la sociedad inglesa se volvió a movilizar.

Afecta hasta a la familia real

En verano, Virginia Giuffre, presunta víctima del pedófilo millonario fallecido Jeffrey Epstein, demandó al príncipe Andrés de Inglaterra, duque de York, por agresión sexual en un tribunal federal de Nueva York. La mujer, de 38 años, acusa al duque de York de abusar de ella cuando era menor de edad. A estas acusaciones de la estadounidense, el tercer hijo de Isabel II niega los hechos, también conocerla y que jamás tuvo relaciones con ella.

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