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Colas para vacunarse contra la covid-19 ante el recinto ferial de la Fira de Barcelona

Colas para vacunarse contra la covid-19 ante el recinto ferial de la Fira de BarcelonaEFE

Coronavirus

Por qué los test serológicos son más eficaces frente a ómicron que la dosis de recuerdo

La especialización en una secuencia disminuye la capacidad de reconocimiento de otras variantes

Mientras ómicron se ha convertido en la variante dominante en nuestro país, el Gobierno sigue considerando prioritario la administración de la tercera dosis de la vacuna. Una medida que podría resultar incluso contraproducente.

No cabe duda de que las vacunas funcionan y han salvado muchas vidas. El porcentaje de presión hospitalaria durante las pasadas navidades ha sido prácticamente el mismo que el año anterior, a pesar de haber alcanzado una incidencia acumulada casi siete veces mayor que entonces.

Así, Sanidad ha apostado por la vacunación de menores de 5 a 11 años y la distribución de la dosis de refuerzo. No obstante, en el sector sanitario no se acaba de entender esta última decisión de vacunación indiscriminada a ciertos grupos sin conocer el nivel de anticuerpos de estas personas y abogan por otras medidas.

Para el investigador y científico del CSIC, Balbino Alarcón, la clave está en las pruebas de serología. Estas nos pueden dar una pista sobre si la persona ha estado expuesta al virus o si ha sido vacunada y ha producido una cantidad determinada de anticuerpos.

«Una persona que ha estado infectada, vacunada o no, puede tener más anticuerpos que otra vacunada», explica Alarcón, que indica que «lo que nos interesa es tener inmunidad a esta infección y los test de serología lo determinan».

Este investigador advierte de que el uso de esta vacuna, basada en la cepa original de Wuhan, puede provocar una respuesta insuficiente ante las nuevas variantes: «Si te especializas demasiado en una secuencia, la respuesta a ella es muy buena pero disminuye la capacidad de reconocimiento de otras variantes».

«Cuando viene la gripe, usamos vacunas con variantes aparecidas en el hemisferio sur durante la estación anterior», comenta Alarcón, «así que incidir en la misma secuencia no tiene sentido, al menos en la población general, que ya tiene una respuesta a la cepa de Wuhan».

Por eso aboga por la aplicación de más test serológicos antes que nuevas dosis de refuerzo que pueden ser inútiles ante nuevas variantes.

Fiables y más baratos

Estos test se realizan a través de un análisis de sangre para detectar la cantidad de anticuerpos que ha producido el organismo en caso de haber estado expuesto al virus o haber recibido la vacuna. De hecho, científicos del CSIC desarrollaron un test capaz de detectar, con una fiabilidad de más del 99 %, tres tipos de anticuerpos y cuatro proteínas del coronavirus.

Además de su fiabilidad, estas pruebas no son especialmente caras. En todos los laboratorios y clínicas consultadas, el precio del test de serología es más barato que el de antígenos o la PCR, el algunos casos con diferencias del 200 %.

En el caso de la vacuna, Sanidad reconoció el mes de febrero pasado que el coste total de la remesa comprada entonces ascendió a 322 millones, a razón de un coste unitario por dosis de 15,5 euros. En mayo, el Consejo de Ministros acordó la compra de 94 millones de dosis de Pfizer para las campañas 2022 y 2023. Sin embargo, ni el Ministerio de Carolina Darias –que no ha contestado a la solicitud– ni la propia farmacéutica –que se ampara en la confidencialidad del contrato– han revelado el coste de este envío.

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