¿Qué comen los españoles?

El debate sobre la alimentación en España ha ido ganando terreno en la última década. El año pasado, el VIII Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias, que desde 2013 se encarga de analizar los hábitos alimentarios en nuestro país, constató una vez más un cambio de tendencia que ha ido consolidándose en las preferencias de los españoles en materia nutricional.

De acuerdo a este estudio, el 80 % de los encuestados cree que lo que se come tiene un impacto directo en el medioambiente, mientras que el 16 % no lo tiene muy claro y solo el 4 % cree que no hay relación. También ha aumentado el número de flexitarianos, una dieta que se caracteriza por reducir el consumo de proteína animal en detrimento de la vegetal. En conjunto, el 21 % se considera como tal, un incremento de cuatro puntos respecto a cuatro años atrás.

De esta manera, este estudio vino a mostrar que casi el 60 % de los españoles optaría por alternativas vegetales con mayor frecuencia para llevar una dieta más respetuosa con el entorno. Hasta el 22 % estaría dispuesto a incluir en su mesa carne de laboratorio, es decir, aquella que no proviene directamente del animal sino de sus células extraídas y cultivadas en un laboratorio, y el 19 % se atrevería incluso a comer insectos.

Respecto a este último alimento, casi un cuarto de los encuestados admitió entonces haberlos probado en alguna ocasión, y más de la mitad afirmó que repetiría. Por el contrario, los que no los han probado muestran poca predisposición a ello. La mayoría (el 35,9 %), eso sí, los comería siempre que estuvieran camuflados como un ingrediente más y no detectaran su sabor o su presencia. Otro 16,4 %, en segundo lugar, los utilizaría como una alternativa a la harina para preparar rebozados o pasteles y el 13,6 % lo incluiría en su dieta como un snack crujiente, por ejemplo.

Los jóvenes, los más flexitarianos

Por otro lado, el 40 % de los hogares aseguró que ya ha incorporado productos sustitutivos de la carne (o lo harían si hubiera más disponibilidad en los puntos de venta) y casi el 50 %, bebidas vegetales. Los jóvenes, hombres o mujeres, son los que más consumen alternativas vegetales a la carne y la leche: más del 76 % de los encuestados de entre 20 y 30 años afirmó consumirlas, un porcentaje que cae al 55 % en el caso de la franja de 50 a 70 años.

Hasta el 22 % estaría dispuesto a incluir en su mesa carne de laboratorio, la que no proviene directamente del animal sino de sus células extraídas y cultivadas en un laboratorio.

En términos geográficos, el área de Barcelona y la zona de Levante es la más flexitariana, con un 26 % de los habitantes que dice haber reducido el consumo de proteína animal. Madrid, por el contrario, es la menos inclinada a esta tendencia (16 %), si bien la más predispuesta al consumo de insectos. El sur, por último, se situó como la zona más reticente a incluir carne de laboratorio (solo el 16 % la comería).