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La vicepresidenta Teresa Ribera durante el Pleno

La vicepresidenta Teresa Ribera, durante el PlenoEfe

Energía

Deconstruyendo el discurso 'verde' de Teresa Ribera: «La nuclear es sostenible y renovable»

Ignacio Durán Escribano, catedrático de Física Atómica y Nuclear, critica el enroque del Gobierno por despreciar esta energía pese al criterio de Bruselas

«Ni el gas ni la nuclear cumplen los criterios para ser considerados sostenibles». La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, explicaba recientemente ante los ministros de Medio Ambiente y Energía de la UE el rechazo de España a la propuesta de la Comisión para incorporar el gas y la nuclear entre las tecnologías consideradas sostenibles por la Taxonomía Europea.

«Ni la nuclear ni el gas cumplen los criterios científicos y legales para ser consideradas sostenibles ni recibir el mismo tratamiento que tecnologías incuestionablemente verdes, como la eólica o la solar, y orientan en sentido contrario a las prioridades de un proceso de descarbonización de la economía europea sin riesgos ambientales», insistía Ribera.

Como consecuencia, los medios afines al Gobierno español hicieron frente común a la hora de analizar la posición comunitaria y aludieron al criterio «de los expertos» para criticar la decisión de la Comisión, cuando en realidad dichas opiniones pertenecían a organizaciones 'ecologistas'.

La demonización de la energía nuclear

En conversación telefónica para El Debate, Ignacio Durán Escribano, catedrático de Física Atómica y Nuclear y profesor ad-honorem de la Universidad de Santiago de Compostela, ha deconstruido el discurso 'verde' de la ministra Ribera y por extensión del Ejecutivo español.

Este profesor, ante el determinado sesgo de según qué informaciones, se pregunta en voz alta: «¿Quiénes son esos expertos? ¿Cómo es posible que se aluda a ellos sin dar nombres ni apellidos? Es muy fácil poner un titular, cuando además los expertos suelen contestar lo que se les pregunta».

Durán Escribano rechaza la etiqueta de energía no segura cuando sus críticos se empeñan en alertar de la peligrosidad: «Hay que hacer notar que los accidentes nucleares son menores que los que produce la extracción del gas y el petróleo y extraordinariamente menores que los producidos por la minería del carbón», dice.

Y añade, ante la ofensiva verde de los movimientos de izquierda españoles: «Dicen que la energía nuclear no es renovable aludiendo a un previsible agotamiento de las reservas de uranio, aunque hoy en día no es previsible no solo por la magnitud de las reservas conocida sino por el avance tecnológico que permite que este combustible se pueda renovar a coste cero».

Radiografía del movimiento antinuclear

Durán Escribano huye de las categorías y adjetivos vacíos que no se preguntan qué hay detrás de algunos movimientos. Sin embargo, esboza una radiografía de lo que bajo su punto de vista significa el movimiento antinuclear: «Tienen un programa que se basa en verdades a medias de hace veinte años combinado con verdades a medias válidas para otros países que no son España».

Greenpeace ha calificado la inclusión de la nuclear y el gas en la taxonomía como un «intento de robo». En concreto, esta organización ecologista cree que la decisión de la Comisión «puede desviar inversiones desde energías limpias a energías fósiles que provocan la crisis climática»,

Para este profesor, es un tiro en el pie rechazar los beneficios de la nuclear habida cuenta de las particularidades de nuestra nación: «Nuestra dependencia energética de combustibles fósiles, procedente de países del Magreb que no tienen estabilidad política, es altísima. Marruecos ahora ha presionado y España ha buscado apoyarse en Argelia, que se ha sentido fuerte y ha garantizado el suministro subiendo el precio».

Y finaliza elaborando una radiografía de cómo están actuando los países extranjeros, envalentonados tras el espaldarazo de Bruselas: «Nuestra estrategia habitual es tirar de las reservas hidráulicas y eso es un suicidio. Nunca sabremos cuánto va a llover en primavera, ahora que venimos de una racha anticiclónica y hemos vaciado los embalses».

A contracorriente de Europa

«Mientras, Inglaterra está construyendo centrales, aliada con Francia para los diseños. Países Bajos acaba de aprobar hace dos semanas la extensión de vida de los reactores nucleares. Toda Europa oriental (Polonia, República Checa, Eslovaquia) y antiguos países soviéticos como Ucrania o Bielorrusia están construyendo reactores nucleares y son nuestra competencia. ¿Por qué España va a bajar la producción nuclear cuando Europa la va a subir? El problema es político y de falta de inteligencia por atadura de los acuerdos de Gobierno».

Según fuentes del ministerio de Transición Ecológica, España presentará alegaciones a la propuesta del colegio de comisarios con una carta suscrita junto con Austria, Dinamarca y Luxemburgo, en el que los cuatro exponían su rechazo a incluir el gas y la energía nuclear en la Taxonomía.

Este organismo añade que el impacto negativo de los residuos radiactivos de alta actividad de la energía nuclear está sobradamente documentado. El tratamiento de dichos residuos acarrea unos costes muy elevados y todavía carecemos de una solución probada y definitiva para ellos, tras 60 años de uso de la tecnología. Por añadidura, accidentes como Chernóbil o Fukushima son referentes claros sobre los riesgos de la energía nuclear, dicen.

Sin embargo, Durán Escribano apunta que: «El sector empresarial español se declara a favor de la transición de la nuclear a las renovables (eólica y solar) a cambio de unas subvenciones lucrativas para ellos. Es pan para hoy para el sector eléctrico, pero para el día de mañana es hambre para el resto de los sectores industriales, que son los grandes consumidores de electricidad. Su encarecimiento pone en grave riesgo al aluminio, la metalurgia y las cementeras».

La nuclear en España

Una central nuclear es una instalación industrial en la que se genera electricidad a partir de
la energía que se produce en un reactor nuclear.

En España existen cinco centrales nucleares en explotación, de ellas, Almaraz y Ascó, tienen dos unidades gemelas, por lo que el número de reactores es de siete, y una central en condición de cese de explotación, Santa María de Garoña. (Fuente: Consejo de Seguridad Nuclear, CSN)

​La vecina Francia es sin duda la potencia nuclear de la UE: genera el 52 % de toda la electricidad comunitaria en sus 58 reactores nucleares.
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