El chollo de los profesores 'low cost'

Hay miles de casos en las universidades públicas de toda España. Docentes que trabajan gratis o por cantidades insignificantes sin relación laboral. Sin seguridad social ni acceso a ningún régimen, estos profesores low cost se encuentran en un limbo contractual que las universidades aprovechan para aumentar sus plantillas.

El caso de Juan es significativo. Licenciado en cierta rama sanitaria, fue encadenando durante diez años trabajos de Colaborador Honorífico en la Universidad Complutense de Madrid y la Rey Juan Carlos. Preparaba las clases, impartía docencia y corregía exámenes como cualquier otro profesor. Sin embargo, no percibió ni un euro en todo el tiempo que estuvo. Al final del curso, recibió un documento que le acreditaba como Colaborador Honorario del departamento en el que trabajaba. En él se señalaba que «este cargo no tiene función docente específica».

«Juegan con la necesidad de hacerte un nombre y la posibilidad de ser asociado, aunque luego esos puestos acaban asignados a personas del entorno», explica. «Es la táctica del palo y la zanahoria».

Alberto, alumno de Juan y luego Colaborador Honorífico en otro departamento, lleva seis años en esta situación. «El problema es que la ANECA –la agencia que acredita la experiencia docente– no siempre reconoce las horas», explica.

Esta figura está legislada por la Ley Orgánica 6/2001 de Universidades y modificada por la 4/2007. En esta normal se establece «la creación de estructuras específicas que actúen como soporte de la investigación y de la docencia». Sin embargo, cada centro desarrolla las condiciones de los Colaboradores Honoríficos.

En la Complutense, por ejemplo, nombra para estos puestos «a aquellas personas, sin vinculación laboral o funcionarial con la Universidad, que posean una titulación superior adecuada a la tarea a desarrollar, para la colaboración con los departamentos, facultades o institutos».

Según la disposición de este centro, «la condición de Colaborador Honorífico será incompatible con cualquier vinculación laboral o funcionarial con la Universidad Complutense» o con cualquier otra universidad.

Al tratarse de una naturaleza honorífica «realizada a título de benevolencia», no genera derecho a remuneración, tan solo se suscribe «una póliza de seguro de accidentes y de responsabilidad civil» a favor del docente.

El profesor tutor de la UNED

En la UNED –la Universidad a Distancia–, está reconocida la figura del profesor tutor, una especie de intermediación entre los docentes de la sede central de Madrid y los alumnos distribuidos por toda España.

Estos profesores imparten docencia en los centros asociados de toda España tanto con los alumnos de presencial como online. Además, atienden mensajería de los estudiantes y corrigen las pruebas prácticas que luego determinan la calificación final.

La figura del profesor tutor se creó en el 86 para solucionar la problemática por la Ley de Incompatibilidades

Sin embargo, tampoco hay relación contractual con la empresa. Regulada por el Real Decreto 2005/86 –con José María Maravall al frente de Educación–, la figura del profesor tutor arreglaba el problema que la Ley de Incompatibilidades provocaba a los funcionarios que querían dar clase. Así, el artículo 3 establecía que «la realización de las funciones señaladas en el artículo 2º no se considerará como desempeño de un puesto de trabajo o actividad a efectos de la ley (…) siempre que no suponga una dedicación superior a las setenta y cinco horas anuales».

«Se trata de un documento que ha quedado totalmente obsoleto y supero por normativa superior. A partir de este decreto se considerar que la actividad que hacemos no es laboral: no tenemos contratos, no tenemos nóminas, no cotizamos a la Seguridad Social y nos pagan por transferencia bancaria», detalla Jaime de la Calle profesor tutor y presidente de la Asociación Profesorado-Tutor de la UNED por su Regulación Jurídico-Laboral.

Ni una nómina en 30 años

De la Calle señala que ahora, además de funcionarios, hay muchos trabajadores por cuenta ajena y docentes con dedicación exclusiva que «en 30 años no han visto una nómina ni van a tener jubilación».

«Se nos paga por hora de docencia y el proceso es a través de concurso público, pero nadie avisa que no hay relación contractual, solo que se rige bajo el Real Decreto 2005/86. Y las diferencias entre uno u otro centro son alucinantes», explica.

El profesor tutor de la UNED no puede dar más de 75 horas al año y la hora se paga entre 40 y 80 euros

Un vistazo rápido confirma la aseveración de De la Calle. En las últimas plazas ofertadas por UNED Cantabria, la hora de docencia se pagaba a 62,64 euros. En Denia a 73, en Tudela 80, mientras que en Lugo apenas supera los 40 euros. Y, como apunta la ley, no se pueden superar las 75 horas anuales.

El problema es que, desde el Plan Bolonia, las actividades tutoriales son cada vez más exigentes a pesar de que se sigue pagando lo mismo. «Hay que impartir el material, responder a los alumnos y corregir prácticas. Puedes tener 15, 20, 30… o 70 estudiantes. Y hay que atenderles a todos», comenta este profesor.

Por eso, desde su asociación, De la Calle lleva años exigiendo la incorporación de esta figura a un régimen laboral ya que tiene «todas las características de dependencia y ajenidad, propias de una actividad laboral». Sin embargo, de momento nadie quiere abrir un melón que le ahorra a las universidades miles de euros en salarios.