Meteorología
Las noches tropicales, cada vez más frecuentes en España: ¿qué son y por qué se producen?
A partir de los 25 grados, dormir es algo parecido a una misión imposible
Las noches tropicales se acercan y cada vez va a ser más complicado conciliar el sueño. Se denomina así a las noches en las que la temperatura nocturna es superior a 20 grados centígrados.
Aunque se establece que las temperaturas deben ser mayores a 20 grados, algunos meteorólogos tienen ciertas discrepancias al respecto, ya que no es lo mismo una noche calurosa en Galicia que en Madrid. Por ello señalan que la mínima debe estar acompañada de una humedad elevada.
¿Dónde son más habituales?
Las noches tropicales son más comunes en las islas Canarias –al año tienen 92–. El Hierro tiene de media de 128 noches tropicales al año.
No obstante, varias ciudades de la península también presentan temperaturas elevadas, como por ejemplo Cádiz, Melilla, Almería, Alicante, Barcelona o Ibiza. Barcelona ha logrado registrar los veranos más cálidos con noches tórridas, que es como se denomina a las noches donde el mercurio no baja de los 25 grados centígrados.
A partir de los 25 grados, dormir es algo parecido a una misión imposible. Los expertos aseguran que para poder conciliar bien el sueño y descansar lo adecuado son temperaturas entre los 18 y 21 grados.
Consejos para dormir bien con calor
La causa de que nos cueste dormir en verano es debido a la melatonina, la hormona encargada de provocarnos sueño, pero que solo se segrega cuando existe poca luz.
Sin embargo, el verano destaca por tener muchas horas de luz, haciendo que nuestros niveles de melatonina disminuyan y sea más difícil conciliar el sueño.
Para dormir adecuadamente se pueden utilizar aparatos electrónicos, pero también hay una serie de recomendaciones caseras. La primera de ellas es una ducha de agua tibia que no esté a menos de 18 grados y que sea inferior a 10 minutos. Por encima de ese tiempo es probable que se padezcan calambres en el cuerpo.
La segunda recomendación es utilizar sábanas de algodón. Esto ayudará a sentir mayor frescor y transpirar con más facilidad.
Meter los pies en agua fría. Gracias a esto la sangre se enfriará y viajará por el organismo refrescándolo. También se podrá colocar una toalla húmeda en la cama como si fuese una sábana.
Y por último también se puede meter una botella de agua congelada en la cama con la finalidad de que esta atrape el calor.