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El presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981, Jimmy Carter.

El presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981, Jimmy Carter©RADIALPRESS

Medio Ambiente

El documento de 1977 que pudo haber cambiado el mundo

Un memorando del principal asesor de la Casa Blanca entonces advertía de los riesgos del cambio climático y el uso de combustibles fósiles

En julio de 1977, a los pocos meses de llegar a la Casa Blanca, Jimmy Carter emprendió una serie de medidas para luchar contra el cambio climático años antes de que se convirtiera en tendencia. Pero uno de los documentos que se pusieron sobre la mesa pudo haber cambiado el curso de la historia.

Se trataba de un memorando con el nombre de Liberación de CO₂ fósil y la posibilidad de un cambio climático catastrófico. Su autor era Frank Press, principal asesor científico del presidente y director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica, que había sido directora del Laboratorio Sismológico en el Instituto de Tecnología de California y consultor de agencias federales como la Marina y la NASA.

«La combustión de combustibles fósiles ha aumentado a un ritmo exponencial en los últimos 100 años. Como resultado, la concentración atmosférica de CO₂ está ahora a un 12 % por encima del nivel anterior a la revolución industrial y podría aumentar de 1,5 a 2 veces ese nivel dentro de 60 años. Debido al efecto invernadero del CO₂ atmosférico, el aumento de la concentración inducirá un calentamiento climático global de entre 0,5 y 5 grados», exponía el documento.

Ya en 1965, una investigación encargada por Lyndon Johnson mostró que toneladas de dióxido de carbono se estaban acumulando en la atmósfera terrestre por la quema de carbón, petróleo y gas natural, según cuenta The Guardian.

Pero Press, en su documento, advertía que «el efecto potencial sobre el medio ambiente de una fluctuación climática de tal rapidez podría ser catastrófico y exige una evaluación de impacto de una importancia y dificultad sin precedentes. Un cambio climático rápido puede dar lugar a malas cosechas en gran escala en un momento en que una población mundial en aumento pone a la agricultura en los límites de la productividad».

«La urgencia del problema se deriva en nuestra incapacidad para cambiar rápidamente a fuentes de combustible no fósiles una vez que los efectos climáticos se hagan evidentes poco después del año 2000. La situación podría salirse de control antes de que las fuentes de energía alternativas y otras acciones correctivas sean efectivas», añadía el documento.

Una anotación lo cambió todo

Resulta sorprendente comprobar la capacidad profética de Press, que ya alertaba de la necesidad de buscar fuentes de energía alternativas y limpias. ¿Qué pasó para que el presidente dejara el tema como leído sin tomar ninguna iniciativa? Al parecer, el secretario de Energía de Carter, Jim Schlesinger, anotó en el documento que «las implicaciones políticas» de ese tema eran todavía «demasiado inciertas» para justificar la participación del presidente.

Además, estaba el asunto geoestratégico. Había un interés nacional en impulsar la producción de petróleo en Estados Unidos tras la crisis de petróleo de 1973 por la decisión de los países de la OPEP de no exportar este hidrocarburo a los países que apoyaron a Israel durante la guerra del Yom Kipur.

En las siguientes elecciones, Ronald Reagan venció a Carter y acabaron los esfuerzos medioambientes para una administración más preocupada en la Guerra Fría y la Unión Soviética. Tendría que pasar años para que la Casa Blanca volviera a poner el foco en la crisis climática.

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