Ola de calor marina: qué es y por qué es preocupante
Las altas temperaturas han provocado que la temperatura del mar ascienda más de 6º C por encima de lo normal
Las altas temperaturas, superiores a los 40º C en varios puntos del sur de Europa, no solo está teniendo un importante impacto en la superficie terrestre. Los graves incendios que sufren países como España o Portugal, difíciles de controlar debido al calor extremo, no son lo único que debería preocuparnos. Y es que, la ola de calor también está afectando a la temperatura del mar.
Como han advertido ya varios expertos, la temperatura del Mediterráneo ha llegado a los 30º C en algunos puntos, asemejándose a los valores propios del Caribe, donde el agua puede alcanzar los 32º C. Es decir, se están alcanzando temperaturas muy superiores a la media climatológica para estas fechas estivales.
El Golfo de León, en la cuenca mediterránea, como señala ElTiempo.es, es el punto con un mayor aumento de las temperaturas: 6,2º C por encima de la media.
Ola de calor oceánica
Una ola de calor marina u oceánica se define como un período prolongado en el tiempo en el que el agua en una región concreta del mar es anormalmente alta. Existen cuatro niveles, siendo el uno el más moderado y el cuatro el extremo.
Según explican en un estudio publicado en 2020 por la revista Science los investigadores Charlotte Laufkötter, Jakob Zscheischler y Thomas L. Frölicher, las olas marinas se han producido en todas las cuencas oceánicas de la Tierra durante las últimas dos décadas, con graves impactos en los organismos y ecosistemas marinos.
Su frecuencia ha aumentado debido al calentamiento global y provocan el aumento de la mortalidad de todo tipo de animales, desencadenan la proliferación de algas nocivas y conducen al blanqueamiento de las barreras de coral, entre otras muchas cosas.
El Mediterráneo se calienta
En los últimos veinte años se han producido cuatro olas de calor en el Mediterráneo. La primera en 1999, de grado uno, mientras que las tres siguientes, registradas entre 2003 y 2006 fueron de grado dos.
Según explicaba en su cuenta de Twitter el meteorólogo de ElTiempo.es y profesor de Meteorología y Cambio Climático en la UCLA, Mario Picazo, este aumento de temperaturas en el Mediterráneo convierten al mar en una fábrica de vapor de agua, que actualmente está provocando calor y bochorno, pero que hacia finales de verano e inicios de otoño podría derivar en intensas lluvias torrenciales.
Eso sí, según recordaba la Asociación Meteorológica del Sureste (Ametse), un mar cálido, por sí solo, no fabrica tormentas severas. Estas podrían darse si se combinan las temperaturas acuáticas con el aire frío en altura y el viento de levante, que aumenta el riesgo de situaciones de DANAS o gota fría, cada vez más frecuentes.