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Un chimpancé percute un árbol

Científicos de la Universidad de St Andrews han demostrado que los chimpancés del bosque Budongo de Uganda tienen su propio estilo característico cuando tocan el tambor en los árboles.

SOCIEDAD INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD DE ST. ANDREWS

Un chimpancé percute un árbolEuropa Press

África

Los chimpancés golpean los troncos de los árboles para comunicarse entre ellos

Un grupo de investigadores llega a esta conclusión tras observar a grupos de primates de un bosque en Uganda

En las profundidades del bosque Budongo, en Uganda, conviven cientos de especies de animales y plantas entre los que abundan los chimpancés. A los usuales chillidos simiescos que es habitual escuchar al sumergirse en sus entrañas se unen frecuentemente los sonidos de árboles siendo golpeados por los primates. Tras varios años de estudio, un equipo de científicos de la Universidad de St. Andrews (Escocia) ha descubierto la razón: los chimpancés percuten los troncos para mandar mensajes y comunicarse entre sí.

Así lo desvelan los investigadores en un artículo publicado en la revista Animal Behaviour, donde además de establecer el propósito con el que lo hacen (enviar información que revela quién está dónde y que están haciendo), también infieren que los machos tienen incluso sus propios ritmos característicos.

«A menudo podíamos reconocer quién tocaba el tambor cuando los oíamos, lo que era una manera fantástica de encontrar los diferentes chimpancés que buscábamos», explica Catherine Hobaiter, autora principal y doctora de la Facultad de Psicología de la Universidad.

«Una cosa que siempre ha sido un rompecabezas es saber por qué los chimpancés se saludan pero muy rara vez parecen decir adiós. Nuestros resultados podrían ayudar a explicar esto: los chimpancés rara vez están realmente fuera de contacto. Incluso cuando están separados por kilómetros, estas señales de larga distancia les permiten mantenerse en contacto para saber quién está dónde», detalla Hobaiter, que compara este sistema de comunicación con una suerte de «red social».

Según los resultados de la investigación, los chimpancés tamborilean con más frecuencia cuando están solos o en pequeños grupos. «Esto significa que tocan el tambor para saber dónde están los demás y decidir si unirse a ellos o no», escribe la estudiante de doctorado Vesta Eleuter.

Los chimpancés tocan el tambor para saber dónde están los demás y decidir si unirse a ellos o noVesta EleuterInvestigadora de la Universidad de St. Andrews

Además del ya per se curioso sistema de comunicación, los autores constataron que los primates parecían tener incluso sus propios estilos y patrones de ritmos: mientras que algunos individuos tenían una cadencia más regular, como los bateristas de rock y blues, otros desplegaban ritmos más sincopados o variables, como el jazz. Y combinaban esa percusión con llamadas de larga distancia, llamadas-pitidos y tamborileos en diversos puntos de la llamada.

«Me sorprendió poder reconocer quién estaba tocando la batería después de unas pocas semanas en el bosque. Pero sus ritmos de percusión son tan distintivos que es fácil captarlos. Por ejemplo, Tristan, el John Bonham (baterista de Led Zeppelin) del bosque, hace percusiones muy rápidas con muchos ritmos uniformemente separados. ¡Su batería es tan rápida que apenas puedes ver sus manos!», expone Eleuteri. «Ben, el macho alfa, también tiene un estilo peculiar: hace dos latidos muy seguidos separados por uno o dos latidos más distantes».

Tras sus revelaciones, el equipo planea estudiar ahora las diferencias de grupo para verificar si existen diferentes «culturas» de percusión entre las diferentes poblaciones de chimpancés.

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