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Científicos prueban glóbulos rojos 'inteligentes' para administrar antibióticos contra bacterias específicas.

Físicos de la Universidad McMaster (Canadá) han identificado un sistema de administración natural que puede transportar de forma segura potentes antibióticos por todo el cuerpo para atacar y matar selectivamente a las bacterias utilizando los glóbulos rojos como vehículo.

SALUD
ELLA MARUSHCHENKO

Científicos prueban glóbulos rojos 'inteligentes' para administrar antibióticos contra bacterias específicasEuropa Press

Glóbulos rojos inteligentes para hacer frente a las bacterias

Un potente antibiótico a prueba de resistencias es transportado para atacar y matar selectivamente a estos microorganismos

Las infecciones bacterianas son muy peligrosas y bastante comunes en el mundo. De hecho, más de 1,2 millones de personas murieron en todo el mundo en 2019 como consecuencia directa de infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos. Es por ello que los esfuerzos de los científicos se sitúan en encontrar el punto débil de estas bacterias e intentar acabar con ellas, generalmente mediante el uso de antibiótico.

Ahora, físicos de la Universidad McMaster, en Canadá, han identificado un sistema de administración natural que puede transportar de forma segura potentes antibióticos por todo el cuerpo para atacar y matar selectivamente a las bacterias utilizando los glóbulos rojos como vehículo.

Los resultados de este ensayo, publicados en la revista científica ACS Infectious Diseases, podría contribuir a la resolución de la crisis de resistencia a los antibióticos. Los científicos probaron precisamente uno de los pocos que quedan en el mundo a prueba de resistencias, la polimixina B (PmB), considerada como tratamiento de último recurso debido a su toxicidad y a sus efectos secundarios nocivos, que incluyen daños renales. Se utiliza para combatir bacterias especialmente peligrosas y a menudo resistentes a los medicamentos, como la 'E. coli', responsable de muchas afecciones graves como la neumonía, la gastroenteritis y las infecciones del torrente sanguíneo.

Para ello, los investigadores modificaron y luego probaron los glóbulos rojos como portadores de este antibiótico. Lo hicieron abriendo los glóbulos rojos y extrayendo sus componentes internos, dejando sólo una membrana, conocida como liposoma, que puede cargarse con moléculas de fármacos y volver a inyectarse en el organismo. El proceso también implica el recubrimiento de la parte exterior de la membrana con anticuerpos, lo que permite que se adhiera a las bacterias y suministre el anticuerpo de forma segura.

Los glóbulos rojos, estables y resistentes

El equipo, supervisado por Maikel Rheinstädter, catedrático del Departamento de Física y Astronomía, ya se había centrado en los glóbulos rojos en trabajos anteriores debido a su estabilidad y resistencia y a que tienen una vida útil naturalmente larga, de aproximadamente 120 días. Esto brinda el tiempo suficiente para llegar a los distintos lugares de destino.

Diseñamos estos glóbulos rojos para que solo pudieran dirigirse a las bacterias que queríamos que se dirigieranHannah KrivicAutora principal del estudio

«Esencialmente, estamos utilizando los glóbulos rojos para ocultar este antibiótico en su interior, de modo que no pueda interactuar ni dañar las células sanas a su paso por el cuerpo. Diseñamos estos glóbulos rojos para que solo pudieran dirigirse a las bacterias que queríamos que se dirigieran», ha explicado Hannah Krivic, estudiante de posgrado de biofísica en la Universidad McMaster y autora principal del estudio.

Rheinstädter añadió que muchas de las terapias tradiciones conllevan desafíos, y es que tienden a degradarse rápidamente cuando entran en nuestro sistema circulatorio y se distribuyen aleatoriamente por todo el cuerpo, lo que obliga a tener que tomar dosis más altas o repetidas.

Por esta razón, las nuevas técnicas médicas incluirán los fármacos a través de la barrera hematoencefálica y directamente al cerebro. En ello están trabajando los científicos para que pacientes de Alzheimer o depresión puedan beneficiarse de estas nuevas técnicas.

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