Coste de vida en el mundo
Estas son las ciudades más caras del mundo para vivir
Nueva York y Singapur han sido las ciudades con los precios más elevados del mundo en un año marcado por la inflación
Nueva York y Singapur se han convertido en las ciudades más caras del mundo para vivir este 2022 por su alta tasa de inflación y por el fortalecimiento del dólar, según revela la última Encuesta Mundial sobre el Coste de la Vida que elabora la unidad de inteligencia del grupo The Economist. El estudio estima que los precios han sufrido este año su mayor subida en las últimas dos décadas, con un incremento medio del 8,1 % en las 172 grandes ciudades analizadas.
La guerra de Putin explica en buena medida este fenómeno. El conflicto ha provocado una subida del 29 % en el precio del gas y de la electricidad en Europa occidental y del 11 % en todo el mundo. También ha disparado en el precio de los alimentos, que alcanzaron su récord histórico en marzo ante el bloqueo de los puertos ucranianos. Esto se une al impacto en las cadenas de suministro mundiales de las cada vez más discutidas restricciones de China contra la covid.
Singapur, que ya lideró la clasificación entre 2014 y 2019, y Nueva York, ciudad de referencia de la encuesta, han desbancado de la primera posición a la ciudad israelí de Tel Aviv, que es tercera. La encuesta refleja una subida generalizada de los precios en Estados Unidos –de las diez ciudades donde más crecen, seis son norteamericanas–. Aun así, el incremento ha sido mayor aún en Moscú (+17,1 %) y San Petersburgo (+19,4 %), donde el coste de la vida se ha disparado a causa de las sanciones de los países occidentales.
Ranking de la unidad de inteligencia de the economist
Estas fueron las ciudades más caras del mundo para vivir en 2021
La ciudad más golpeada del mundo por la inflación este 2022 es Caracas (Venezuela), al crecer los precios un 132 % en el último año, si bien este registro ya queda lejos de los estratosféricos niveles de 2019. Otras capitales donde se ha disparado el coste de vida son Estambul (Turquía), que acumula un incremento del 86 %, por un 64 % de Buenos Aires y un 57 % de Teherán (Irán).
Por el contrario, cinco de las diez ciudades que más han reducido sus precios son europeas –es el caso de Estocolmo, Luxemburgo o Bruselas–, ya que, según explica el informe, la crisis energética «está llevando al continente a la recesión y depreciando sus monedas frente al dólar estadounidense».
Barcelona también baja un escalón en el ranking y pasa a integrar el grupo de ciudades cuyo coste de vida equivale a entre un 60 y un 79 % el de Nueva York, un rango en el que también se encuentra Madrid. No hay novedades en la cola de la clasificación, ya que Damasco (Siria) y Trípoli (Libia) se mantienen como las ciudades más baratas del mundo, lo que demuestra «la debilidad de las economías y monedas de estos países».
De cara a 2023, la unidad de inteligencia de The Economist prevé una reducción de los bloqueos en la cadena de suministro y una caída en los precios de la energía, los alimentos y los metales. Esto se traduciría en un descenso en la inflación mundial del 9,4 % de este año al 6,5 % del que viene, lo que permitiría dar «un pequeño alivio» a los hogares con dificultades económicas.