Indemnizan a una familia con 154.000 euros por una negligencia médica que acaba en muerte

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha deberá indemnizar a una familia de Cuenca con 154.800 euros por la muerte de una mujer de 54 años a la que no se le diagnosticó a tiempo una infección. En 2011 la mujer fue intervenida en el hospital Virgen de la Cruz de Cuenca para implantarle dos prótesis, una aórtica y otra mitral. Después de la operación la paciente tuvo que ingresar de nuevo cuatro veces por complicaciones, pero todas ellas sin un diagnóstico claro.

En 2020 fue la última vez que ingresó por una insuficiencia cardiaca que se agravó debido a un fallo sistémico a causa de una septicemia, que se produce cuando el cuerpo trata de responder a una infección, pero causa más daños al tejido. En el caso de la mujer, las válvulas del corazón estaban cubiertas de bacterias.

Después de dos semanas la paciente, que estaba ingresada en la UCI, murió a causa de un infarto cerebral y necrosis en las manos y en los pies debido a la insuficiencia de sangre en el organismo.

Tras su muerte, la familia decidió denunciar el caso a través de El Defensor del Paciente. Después de dos años han fallado a su favor y han indemnizado a la familia –el viudo y tres hijos–.

Según la sentencia, a la paciente no se le realizó ningún ecocardiograma transesofágico para analizar el daño y evaluar la infección, por lo que, según cuenta Hoy «la falta de un diagnóstico precoz hizo que entrara en situación de shock séptico y fallo multiorgánico, impidiendo que fuera diagnosticada a tiempo de la endocarditis infecciosa que presentaba sobre las prótesis del corazón e instaurar el tratamiento antibiótico adecuado con menos riesgo».

La conclusión de la sentencia atribuye la muerte al retraso «tanto en la instauración del tratamiento farmacológico como en la realización de pruebas diagnósticas», lo que derivó en la muerte de la paciente.