Interior del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Viajar
Límite de líquidos en el equipaje: ¿cuánto se puede subir ahora en un avión?
Por el momento, Reino Unido es el único país que ha decidido levantar las restricciones de líquidos en los viajes aéreos
Actualmente no está permitido subir a los aviones envases de más de 100 mililitros que contengan líquidos en la maleta de mano. Sin embargo, Reino Unido anunció la semana pasada que, gracias a los nuevos escáneres 3D, sus aeropuertos ampliarán el límite a los dos litros, del mismo modo que no será necesario sacar los dispositivos electrónicos de la maleta en los controles.
La medida no se hará realidad hasta junio de 2024, fecha límite en la que todos los aeropuertos británicos deberán tener instalados y actualizados los escáneres de seguridad.
Pero no es el único país en el globo en el que se permite el acceso a la zona de embarque con envases de líquidos superiores a los 100 mililitros. Es el caso de los aeropuertos de Ámsterdam y Helsinki en Europa y de Los Ángeles, Oakland, San Diego y Chicago en Estados Unidos.
En España, de momento, tendrá que seguir respetándose la norma de los 100 mililitros.
¿Por qué solo se permiten envases de líquidos de 100 mililitros en los aviones?
La prohibición de pasar el control de seguridad de los aeropuertos con líquidos superiores a los 100 mililitros es una norma incomprendida por muchos, pero asociada con la seguridad en los aviones.
La decisión fue tomada en 2006, cuando se destapó un complot terrorista dentro de la Operación Overt, una operación de vigilancia entre el MI5 y la policía de Londres.
Los expertos en inteligencia encontraron en el equipaje de un terrorista, Abdulla Ahmed Ali, una bebida elaborada con polvo naranja y muchas baterías, un líquido explosivo, que iba a subir a un avión en Reino Unido.
Este fue el primer paso para destapar la existencia de un laboratorio de bombas en el piso del sospechoso y sus cómplices. El plan de los delincuentes incluía ataques con explosivos en siete aviones que viajaban de Londres a América del Norte, empleando un líquido derivado de peróxido de hidrógeno en los aviones.
Tras el aterrador hallazgo diversos gobiernos de todo el mundo prohibieron que se pudieran introducir en los aviones grandes cantidades de líquidos.
