Así es el hombre más alto del mundo: Sulemana Abdul Samed, es de Ghana y tiene 29 años
Debido a su rápido y constante crecimiento, posee una columna vertebral anormalmente curvada
Sulemana Abdul Samed, de 29 años, es posiblemente el hombre más alto del mundo. El joven de Ghana, de 2 metros y 89 centímetros, descubrió gracias a las enfermeras su gigantismo. A pesar de tener una altura muy poco habitual, no se puede constatar con certeza, ya que la clínica a la que acude no cuenta con las herramientas suficientes para su exacta medición.
Al ghanés le diagnosticaron hace varios años su enfermedad. Desde entonces debe asistir varias veces al mes al hospital para lidiar con las complicaciones de vivir como un gigante, según detalla la BBC.
Abdul Samed nunca ha dejado de crecer. Una de sus enfermeras en una revisión le dijo: «Has crecido más que la báscula», y es que nunca ha dejado de crecer. A día de hoy y con 29 años sigue haciéndolo.
La BBC detalla en un artículo qué pasó el día que las enfermeras vieron al ghanés. A Awuche –su apodo, que significa «vamos» en hausa– no le sorprendió la reacción de las enfermeras, tampoco saber que posiblemente era el hombre más alto del mundo, pero en el centro de salud causó consternación. «La enfermera de turno llamó a su colega, quien a su vez pidió ayuda a otra. En poco tiempo, un grupo de enfermeras y asistentes de salud se reunieron para resolver el rompecabezas de determinar su altura», detallaba el medio.
Como no tenían medios para medir su altura, una persona sugirió que lo primero que debían hacer era buscar un palo para unirlo al suyo e intentar averiguar cuantos metros medía. Otra persona fue al pueblo de Samed, en Gambaga y cogió una cinta métrica que, junto con los palos, fueron los encargados de develar la altura estimada del joven. A pesar del trabajo, el joven aún tiene dudas sobre su altura real .
Awche supo que estaba creciendo más de la cuenta con 22 años. Un día, cuando estaba trabajando en la carnicería, ahorrando para ir a clase, se dio cuenta de que su lengua había aumentado: «Me di cuenta de que mi lengua se había expandido en mi boca hasta el punto de que no podía respirar adecuadamente», relató a la BBC.
Se acercó a una farmacia a comprar medicamentos, pero días después se percató de que las demás partes de su cuerpo también le estaban creciendo desmesuradamente. Vio que algo pasaba cuando la gente del pueblo o su misma familia comenzó a comentar su tamaño, se estaba convirtiendo en un gigante.
Debido a su rápido y constante crecimiento, posee una columna vertebral anormalmente curvada, uno de los síntomas prominentes de su condición, el síndrome de Marfan, un trastorno genético que afecta los tejidos conectivos del cuerpo. Para tratar de frenar esto, los médicos ven una única solución: un procedimiento quirúrgico en el cerebro.