La UE advierte de que hay especies de abejas, avispas y mariposas «al borde de la extinción»
Las instituciones europeas ponen el foco en el fin de los plaguicidas autorizados si se demuestran sus efectos nocivos para estos insectos
Preocupa el futuro de algunas especies de animales. Pero sobre todo de aquellas que son esenciales para el medio ambiente y la vida en nuestro planeta. Es el caso de insectos como abejas, avispas y mariposas. Todas ellas polinizan, por lo que es esencial su cuidado y mantenimiento para garantizar la vida.
La Comisión Europea ha avisado de que estas tres especies están desapareciendo en el ámbito comunitario e incluso algunas de ellas se sitúan al borde de la extinción. Como decimos, estos insectos son eficaces para la reproducción de las plantas y garantizan así la multiplicación de la vida, al propiciar la diversidad genética.
Es por ello que las instituciones europeas quieren revertir esta situación para el año 2030 con decisiones que mejoren la conservación y atajen las causas del declive. Entre ellas, ha planteado la posibilidad de adoptar medidas legales para restringir o prohibir el uso de plaguicidas autorizados si se constata su efecto nocivo sobre las abejas.
«Este declive es realmente preocupante; los polinizadores necesitan protección porque su desaparición provocaría el desmoronamiento de los ecosistemas», ha aseverado el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, quien ha recordado que ya desaparece en la UE una de cada tres especies de abejas, mariposas y otros polinizadores.
El comisario ha destacado que los plaguicidas son una de las mayores amenazas para estos insectos, por lo que Bruselas también ayudará a garantizar la aplicación de la gestión integrada de plagas y a mejorar los indicadores de riesgo armonizados para reducir los posibles efectos de los plaguicidas autorizados en los polinizadores.
Para comprender la magnitud del problema, hacer un seguimiento de las repercusiones de las medidas políticas y evaluar si se han alcanzado los objetivos, la iniciativa revisada plantea el establecimiento de un sistema de seguimiento exhaustivo en el que ya trabajan la Comisión y los Estados miembro, aunque la recogida sistemática de datos corresponderá a las capitales.
Asimismo, seguirá supervisando las autorizaciones de emergencia concedidas por los Estados miembro para plaguicidas nocivos para los polinizadores y cuando estas no estén justificadas, la Comisión adoptará decisiones que prohíban a los Estados miembro repetirlas.
Otras medidas
La Comisión ha avanzado que finalizará los planes de conservación de las especies de polinizadores amenazadas, identificará los polinizadores típicos de los hábitats protegidos y preparará, junto a los Estados miembro, un proyecto de red de corredores ecológicos.
Bruselas prestará también un mayor apoyo a la agricultura respetuosa con los polinizadores en el marco de la Política Agraria Común (PAC) y mitigará el impacto del uso de plaguicidas en los polinizadores, por ejemplo, mediante la obligación legal de aplicar una gestión integrada de plagas o métodos de ensayo adicionales para determinar la toxicidad de los plaguicidas.
Dado que el uso excesivo de plaguicidas es una de las principales causas de la pérdida de polinizadores, será fundamental reducir el riesgo y el uso de plaguicidas de acuerdo con la propuesta de la Comisión sobre su uso sostenible.
Los objetivos de la iniciativa para 2030 pasan también por mejorar los hábitats de los polinizadores en las zonas urbanas y hacer frente a los efectos del cambio climático, las especies exóticas invasoras y otras amenazas como los biocidas o la contaminación lumínica.