Las similitudes de la ley trans de Montero con la de Escocia, que ha provocado la caída de Sturgeon
Ambas normas se asemejan, pero la promovida por la hasta ahora ministra principal es mucho más restrictiva que la española
La ley trans ha pasado su último trámite y se ha aprobado este jueves en el Congreso de los Diputados, tras unas correcciones mínimas en el Senado. Se da luz verde, de esta forma, a una de las leyes estrella del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero y, a la vez, de las más polémicas, que ha llegado a crear grietas incluso con su socio de Gobierno. Y es que el feminismo clásico, compuesto por la exvicepresidenta Carmen Calvo, entre otras, se ha mostrado muy crítico con esta norma y han llegado a decir que los socialistas se han doblegado ante Podemos.
Pero en todas partes cuecen habas, por lo que este tipo de controversias también se han generado en otros países con leyes similares a la que se acaba de aprobar en España. El ejemplo más práctico y reciente es el de Escocia, una de las cuatro naciones que constituyen el Reino Unido.
Allí, la hasta ahora ministra principal, Nicola Sturgeon –del Partido Nacional Escocés– impulsó una ley trans de características similares a la de Montero que no solo causó una crisis constitucional provocando un choque con Inglaterra, sino que además le ha costado el puesto como representante de los escoceses.
Las polémicas de los textos
A pesar del revuelo y las consecuencias causadas en Escocia, la ley es mucho más dura que la de España. La norma de Sturgeon rebaja de 18 a 16 años el derecho a optar a un cambio de género. Una rebaja con respecto a la del Reino Unido pero que se ve superada por la española, donde la ley de Montero establece que sea a partir de los 12 años cuando los menores puedan cambiar de sexo.
España da vía libre a la llamada autodeterminación de género desde los 16 años y sin necesidad de presentar ningún tipo de informe médico o psicológico. En Escocia, esta posibilidad de autodeterminación también existe desde la misma edad, pero allí es necesario haber estado viviendo con el cambio de género durante un tiempo determinado, en concreto tres meses para los mayores de 18 años y seis meses para los de 16 y 17 años. En el resto de Reino Unido, sin embargo, este tiempo ha de ser 24 meses y se ha de acompañar con un diagnóstico médico de disforia de género.
En cuanto a la autorización paterna, en nuestro país los menores de entre 14 y 16 años podrán cambiar su sexo en el registro siempre que acudan acompañados de sus padres o tutores legales, mientras que entre los 12 y 14 años necesitarán autorización judicial. Asimismo, los menores de 12 no podrán cambiar su sexo en el registro, pero sí su nombre en el DNI.
En el caso de Escocia, los menores de entre 16 y 18 años no necesitarán ningún tipo de prueba ni consentimiento, tan solo una declaración responsable y haber estado viviendo al menos seis meses con ese cambio de género.
Polémicas
Lo controvertido de esta norma provocó el choque de trenes con el gobierno de Rishi Sunak. Londres tuvo que impedir que el proyecto de ley fuera finalmente ratificado «tras una consideración minuciosa y cuidadosa de todos los consejos relevantes y las implicaciones políticas».
A este conflicto político se sumó posteriormente una polémica con nombre y apellidos. El caso de Adam Graham –ahora llamada Isla Bryson–, que violó a dos mujeres cuando era un hombre y posteriormente se cambió de sexo. Su propio entorno afirmó que su transición es una farsa para engañar a las autoridades y cumplir condena en una cárcel femenina. El revuelo fue tal que Sturgeon tuvo que salir a aclarar que Bryson «no cumplirá condena en una cárcel de mujeres». Sturgeon destacó que, aunque haya cambiado de sexo, no es de recibo tener a un violador de mujeres en una prisión femenina.