¿Cómo puede sobrevivir una persona semanas bajo los escombros?

El terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter ocurrido hace dos semanas entre Turquía y Siria ha dejado ya cerca de 47.000 muertos entre los dos países. Una cifra que, según las autoridades de los países, seguirán aumentando a medida que se vaya desescombrando y sigan apareciendo cadáveres, ya que muchas personas continúan desaparecidas.

A lo largo de estas dos semanas, hemos sido testigos de cómo se han ido produciendo rescates milagrosos tras días sepultados bajo los escombros. Algunas personas llegaron a pasar más de 300 horas atrapados, es decir, más de 12 días sin poder moverse ni alimentarse.

Pero, ¿cómo es posible que ocurriese eso? ¿Puede una persona aguantar tantos días con vida sin agua ni alimento? Lo cierto es que no hay una respuesta contundente, y es que los expertos en rescate aseguran que depende de varios factores tales como la postura, el clima, el estado físico de la persona o el acceso al agua, los alimentos o el aire puro.

Mientras que nuestro organismo es capaz de sobrevivir semanas sin ingerir alimentos, el caso de la hidratación es más complicado. Aquí el tiempo se reduce a días, y es que aquellos que superen las 72 horas sin hidratarse entran en la categoría de milagro, ya que es muy complicado que nuestro cuerpo lo aguante.

Las claves

Las claves para evitar una muerte segura en caso de quedar atrapado bajo los escombros son obvias: que haya aire, espacio suficiente y se carezca de lesiones importantes. En caso de que se cumplan estas condiciones y, además, se tenga acceso a agua –mediante una tubería rota, por ejemplo– y a comida, se podría llegar a sobrevivir varios meses.

En general, por tanto, las autoridades sanitarias y de rescate consideran la supervivencia de una persona atrapada en un promedio de entre tres y siete días. Aunque este tiempo podría aumentar, como hemos visto en Turquía y Siria, es muy complicado que esto ocurra. Por ello, la recomendación general es pedir ayuda cuanto antes y acomodar el espacio para evitar una muerte segura.

Asimismo, los expertos aconsejan mantener la calma –aunque resulte difícil en esas circunstancias–, para ahorrar energía. También se debe evitar los movimientos innecesarios y levantar polvo, así como encender fuegos, aunque haga frío. La recomendación es cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo o un trozo de ropa y golpear la pared o una tubería para hacer ruido y que los rescatistas sean conscientes de que hay alguien en el interior.

A la hora de extraer a los heridos de debajo de los escombros, conviene tratarlos, si se puede, en el lugar en el que se encuentren, ya que si no se podría provocar el fallecimiento al trasladarlos.