El campo español mira a Países Bajos tras el éxito electoral de los agricultores

Hace apenas un par de semanas, un partido casi desconocido se hacía con la victoria en las elecciones regionales de Países Bajos. Se trata del Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB, por sus siglas en neerlandés), que ha revolucionado la política del país al superar al partido del actual primer ministro, el liberal conservador Mark Rutte, y conseguir un buen número de representantes en un tablero político hiperfragmentado.

Pero más allá de la lectura política, el trasfondo de este triunfo se explica en el hartazgo de los agricultores neerlandeses, que denuncian estar maltratados debido, en parte, a las políticas verdes aplicadas por el gobierno de Rutte.

Desde el año 2020, los ganaderos y agricultores de Países Bajos protestan por los planes del primer ministro de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la reducción del número de cabezas de ganado y el posible cierre de granjas.

El Ejecutivo tiene la intención reducir en un 50 % las emisiones de nitrógeno para 2030, un gas emitido principalmente por los fertilizantes y el estiércol que señala directamente a los profesionales del campo y amenaza con poner en peligro su actividad económica.

El partido BBB, creado hace solo cuatro años, se ha sumado a una ola de protestas contra los planes del primer ministro –el líder más longevo de los Países Bajos, que cumple 13 años en el poder– que han dado sus frutos en las urnas. La líder agrarista, Caroline van der Plas, subrayó su compromiso de «desafiar» los planes gubernamentales para el medio ambiente.

Los agricultores españoles, tras el ejemplo neerlandés

Tras el éxito de los agraristas del BBB, son muchos los agricultores y ganaderos del resto de países de Europa que miran hacia Países Bajos con la esperanza de replicar el modelo de partido en un futuro próximo. En el campo hay ya voces que comienzan a reunir fuerzas para constituir una plataforma y poder así jugar con las mismas armas con las que lo hacen otros partidos políticos.

Natalia Corbalán, CEO de la Fundación Ingenio –que representa al 85 % de los productores del Campo de Cartagena (Murcia)– explica que existe ya el nivel suficiente de hartazgo como para poder generar una corriente política: «Hay un deseo por parte de todo el ámbito agrícola y ganadero, que está harto y hastiado, de formar una plataforma política que dé lugar a un partido y que pueda tener éxito, al igual que en Países Bajos», remarca.

No obstante, Corbalán subraya que su fundación no tiene ahora esas intenciones ni a medio ni a corto plazo, aunque el hartazgo va in crescendo y no descarta que pueda surgir un partido con estas características en algún momento. «Estamos muy fastidiados por marcos regulatorios asfixiantes y la única manera de cambiarlo es entrar a ser uno más del tablero político», comenta.

Desde el sector agrario y ganadero llevan mucho tiempo quejándose de la deriva ecologista de Europa y de España, algo que consideran un maltrato a su actividad económica en favor de un «ecologismo totalitario carente de base científica que está utilizando la política con fines especulativos, económicos y muchas veces espurios», según explican con enfado.

Por todo ello, miran con envidia sana lo ocurrido en Países Bajos y ven en este ejemplo un rayo de esperanza para poder revertir unas políticas que, tal y como afirman, les perjudica de lleno.

Y es que BBB, además de ser el partido más votado en 12 provincias y haber conseguido 15 escaños en el Senado neerlandés, ha obtenido el 10 % del voto en Ámsterdam, capital del país y de un marcado acento urbanita. Esto, según los trabajadores del campo, se debe a que toda la población comienza a valorar la soberanía alimentaria, algo que se está viendo amenazado con las políticas verdes impuestas desde Bruselas, que consideran desproporcionadas. Ahora, solo toca esperar para ver si agricultores y ganaderos finalmente consiguen organizarse para conseguir esas aspiraciones políticas.